Rivera, Toledo y Orozco, en el acervo del SNTE

Luego de cuatro años en resguardo por la PGR, el sindicato magisterial anunció la recuperación de 17 valiosas obras de prestigiosos creadores mexicanos.

Paul Achar Zavalza fue designado por la dirigencia comisario de esta colección.
Todas las pinturas están en buen estado de conservación. Algunas fueron restauradas antes de ser entregadas al SNTE, como los lienzos de Rivera.
No se descarta que haya más piezas adquiridas con dinero del magisterio.
Laura Cortés
México /

El 28 de junio pasado, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), de la Procuraduría General de la República (PGR), entregó al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ante notario público, 17 valiosas obras de arte de prestigiosos creadores mexicanos. Así, el sindicato fue acreditado como propietario de esa colección.

Las piezas habían permanecido desde 2014 bajo el resguardo de la PGR, debido a una disputa legal entre el SNTE y su ex dirigente, Elba Esther Gordillo, quien las adquirió durante el periodo en el que estuvo al frente del sindicato, presuntamente con dinero del gremio magisterial.

Por años, la identidad de esas obras fue un misterio. El acervo permaneció embalado en 15 cajas de madera selladas. Sobre su contenido se especulaba que eran pinturas de Diego Rivera, pero no se habían hecho públicos más detalles, como el número de piezas, la época de su creación o si había obras de otros autores.

Un día después de la entrega, el 29 de junio, la incógnita fue despejada. Ante dirigentes magisteriales y reporteros, el secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, anunció como “un hecho histórico” la recuperación del extraordinario patrimonio artístico.

“Los maestros estamos de plácemes. Con beneplácito informamos a los mexicanos, a los trabajadores de la educación y a los líderes seccionales, que hemos recuperado 17 obras de arte que tienen un valor incalculable y que estarán a disposición de todos los ciudadanos cuando estemos en condiciones de presentarlas”, declaró Cepeda, en representación de Juan Díaz de la Torre, presidente del SNTE.

Al mostrar las imágenes de dichas piezas, el líder sindical refirió que la estimación económica hecha por “especialistas externos” sobre el acervo oscila entre “mil y 3 mil millones de pesos”.

Magna exposición

En entrevista con MILENIO, Paul Achar Zavalza, designado por el SNTE comisario de la colección de arte, explica que más que el valor monetario debe resaltarse “la belleza de las obras y su importancia histórica y cultural”.

Achar, también presidente de la Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas, sostiene que este legado se conforma por piezas de diferentes épocas y no descarta que en el mercado del arte, “siempre en movimiento”, estas obras alcancen un precio económico más alto del que se ha calculado hasta el momento.

El acervo se conforma con obras de gran formato: ocho son de Diego Rivera, de estas, cinco son murales realizados en 1933, en la New Workers School de Nueva York, para el Rockefeller Center. Durante décadas no se tuvieron datos de su paradero. De Rivera, también, hay tres bocetos del mural El buen gobierno, que se encuentra en la Universidad Autónoma Chapingo.

El conjunto presentado por el SNTE incluye Tortuguitas, de Francisco Toledo; Desnudo femenino, de Pedro Coronel; seis obras del pintor español Pelegrín Clavé, y una pieza de dos metros, sin título, realizada por Gabriel Orozco, actualmente uno de los artistas con mayor proyección internacional.

Sobre Clavé, quien fue director de la Academia de San Carlos, Achar explica que “aunque es reconocido por sus retratos, las obras de esta colección muestran otra faceta. Tenemos un cortejo maravillosamente realizado, en el que se aprecia el proceso de la acuarela al óleo. Estas piezas representan una joya para los estudiosos del arte”.

El comisario hace referencia a un exhaustivo proceso para autenticar el acervo. “Estamos seguros de que se trata de originales”, enfatiza. “Casi todas las obras fueron expuestas con anterioridad, algunas en el Palacio de Bellas Artes, y hemos cotejado que se trate de las mismas que se exhibieron”.

Mención aparte merece la obra de Orozco. “Ha sido publicada por el propio artista como suya pero aún no contamos con el certificado, ya que es el autor (o sus herederos) el único que puede autenticarla.

“Estamos tratando de hablar directamente con él; lo hemos buscado a través de una de las galerías que lo representaba. No tenemos dudas de que es suya, pero aún la consideramos una obra ‘atribuida’ a Gabriel Orozco”.

Achar asegura que “todas las pinturas están en buen estado de conservación. Algunas fueron restauradas antes de ser entregadas al SNTE, como los lienzos de Rivera, que pasaron por ese proceso hace aproximadamente diez años”.

El comisario menciona que junto con otros especialistas prepara el guión museográfico para una magna exposición que permita que este acervo sea admirado de forma gratuita “por todos los mexicanos”.

No se ha revelado el recinto donde tendrá lugar la magna muestra ni se ha precisado la fecha. Inicialmente, Cepeda Salas había dicho que sería el próximo septiembre, pero información más reciente proporcionada a MILENIO por el SNTE señala que “la exposición está proyectada para noviembre y puede ser en el Centro Cultural del México Contemporáneo. Aunque aún se evalúan otros recintos”.

Batallas que se avecinan

A pesar del entusiasmo con el que se ha divulgado la recuperación de este patrimonio artístico, no todo es miel sobre hojuelas. Al parecer, todavía hay batallas por librar en este tema.

Durante el anuncio, Cepeda sostuvo que gracias a las acciones legales emprendidas por el SNTE se logró “recuperar las obras adquiridas durante la presidencia anterior a 2013 (sin mencionar por nombre a Elba Esther Gordillo) con el dinero de las cuotas sindicales, pero que nunca fueron entregadas a la organización”.

Marco Antonio del Toro, abogado de Gordillo, ofrece una versión distinta de los hechos. En entrevista con MILENIO, el litigante rechaza que el sindicato magisterial haya “recuperado” dicha colección de arte.

El penalista relata que en marzo de 2014, cuando la ex presidenta del SNTE ya estaba en prisión, se hizo entrega del acervo al sindicato de maestros y se solicitó que especialistas del INBA y del INAH estuvieran presentes en la apertura de las cajas, para que el SNTE se hiciera cargo de su debido resguardo. “Hubo varios intentos por parte de la maestra Elba Esther para entregar las obras por la vía legal”.

Del Toro acusa de negligencia e irresponsabilidad a Soralla Bañuelos de la Torre, apoderada legal del SNTE, quien se rehusó a recibir el acervo.

Detalla que se realizó una jurisdicción voluntaria para consignar la colección al sindicato pero, ante el rechazo, la PGR aseguró las piezas, hecho que quedó asentado, así como que Elba Esther Gordillo no era la propietaria.

Aunque desconoce cuál fue el proceso de adquisición de dicho patrimonio, asegura que se obtuvo “legalmente mientras la maestra estaba al frente del sindicato. No se cometió ningún delito. Las obras tenían como destino exhibirse en la Ciudad del Conocimiento, un proyecto aprobado en 2012 en el Sexto Congreso Nacional Extraordinario del Sindicato”, explica el litigante.

“Las obras siempre estuvieron a disposición de su dueño: el sindicato”, reitera Del Toro y añade que estuvieron en riesgo de perderse porque durante años los actuales dirigentes sindicales no hicieron nada para preservarlo

El anuncio de la recuperación, dice, es “una maniobra política” de Díaz de la Torre contra la maestra Elba Esther, para fortalecer su dirigencia carente del apoyo del gremio magisterial.

El penalista no descarta realizar acciones contra el SNTE. “Por supuesto que habrá consecuencias legales. En su momento las daremos a conocer”, dice contundente.

Alfonso Cepeda argumenta que “no se trataba simplemente de recibir las cajas y que te digan: ‘Ahí están las obras de arte’. Era necesario contar con los certificados de propiedad para no incurrir en acciones que pudieran faltar a la legalidad. No podíamos tener acceso a las obras hasta que no cubriéramos todas las exigencias de carácter jurídico”.

Así transcurrieron cuatro años sin certezas sobre el destino de ese patrimonio. Fue hasta el pasado febrero, durante el Séptimo Congreso Extraordinario, que el SNTE determinó su recuperación legal. El 8 de abril informó que Soralla Bañuelos había presentado una denuncia de hechos ante la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita de la PGR, “para recobrar el material artístico y restituirlo al SNTE”.

El secretario del SNTE no descarta que las 17 piezas no sean las únicas adquiridas con dinero del magisterio: “Puede haber otras obras que estamos tratando de rescatar pero que no están a nombre del sindicato. Por ahora, no tengo el dato total”.

Sin embargo, oficialmente el SNTE afirma que “en la indagatoria solo se acreditó la propiedad de 17 piezas”.

“El regalo” de la maestra

En octubre de 2012, la entonces poderosa lideresa del SNTE anunció en el Sexto Congreso Extraordinario la construcción de la llamada Ciudad del Conocimiento. Un complejo edificado en 40 mil metros cuadrados en Cuajimalpa que albergaría, entre otros espacios, la Universidad de la Educación, la Biblioteca de la Mujer, un teatro y un museo donde se expondría arte, principalmente lienzos de Diego Rivera.

El encargado de aquel proyecto sería el arquitecto Enrique Norten, quien durante la presentación declaró a los medios de comunicación: “La gran sorpresa y el gran regalo que de alguna manera nos hace la maestra a todos nosotros y al país, es que ha recuperado esos seis murales (de Rivera) y los ha traído a México. Los murales están totalmente restaurados y están ahora almacenados junto con toda la demás obra de arte, que es muchísima, y que es parte de esta colección”.

La Ciudad del conocimiento nunca vio la luz.

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