Roberto Leyva: Los latidos de la naturaleza

Entrevista

La música prehispánica de Colibrí de Fuego se escucha para estar atentos a lo que nos rodea y captar sus armonías, como en Corazón de la Tierra, su nuevo disco realizado de manera independiente.

Leyva recolecta y crea instrumentos, como piedras de viento y tambores de todo tipo. especial
Israel Morales
Monterrey /

Como una forma de rendirle tributo a nuestro planeta con música prehispánica así nace Corazón de la Tierra, nuevo disco de Colibrí de Fuego, proyecto del regiomontano Roberto Leyva, para agregar otra pieza más a su discografía independiente. Instrumentos como tambores, flautas, trompetas, sartales, piedras sonoras, cuernos de venado, caparazones de tortuga, bastón de lluvia, sonajas, caracoles o diferentes tipos de tambores, entran en su ejecución musical y representan una lectura propia de la música de nuestras raíces. En entrevista nos platica de esta nueva experiencia con la naturaleza.

¿De dónde viene el título Corazón de la Tierra?

El título es porque cuando me iba a caminar al río a diario me daba lástima ver muchos árboles milenarios que se estaban cayendo, porque el agua está contaminada, pero es una contaminación no solo la que padecemos en la ciudad, sino global. El título nace a partir de ahí, de lo que la Tierra significa. Ella nos da todo sin pedirnos nada y no sabemos qué hacer con lo que nos da.

¿Qué representa el arte del disco?

En la portada viene Coatlicue, diosa de la Tierra, pero le cambié algunas cosas, sin ofender a la gente, es Coalticue como la Virgen, por la estafeta que está abajo. En vez de la Virgen yo pongo a Coatlicue, que es la patrona de los antiguos, y la Virgen, que es la patrona de los contemporáneos, es una alusión, pero con mucho respeto. La fe es de acuerdo al significado que le demos. La pintura la hice yo. En mis discos yo siempre he hecho mis pinturas. Todo el arte parte también de mi persona.

¿Musicalmente qué se aprecia en el CD?

Lo que pasa es que yo a veces sí me meto como persona en mi obra y en esta ocasión traté de que la gente participara más, diferente a como lo había hecho en otros trabajos. A lo largo de dos años hubo varias alineaciones, se trató de que como la gente es diferente tuviera otra esencia. Tratamos de hacer algo tranquilo, armonioso, más natural, para que tuviera algo de relación con la idea del título. En el estudio tenemos una colección de instrumentos que usamos solamente en las grabaciones. Utilizamos instrumentos de viento, piedras sonoras, diferentes tipos de tambores. Por ejemplo lo que más usamos es el tambor de océano, que nos gusta meter porque imita las olas del mar, me agrada incluirlo en el disco, porque la gente no sabe que es un tambor el que suena, piensa que son sonidos del mar. Esto es muy representativo de lo que hacemos nosotros, de imitar a la naturaleza.

¿Cuál es la diferencia de tocar en vivo a las grabaciones?

La verdad a veces las grabaciones no dependen del músico. Así pasó en este disco en la canción “El camino de Tezcatlipoca”, porque al ingeniero se le ve su sello, la mezcla y todo, definitivamente le dio una perspectiva diferente. Y las presentaciones siempre es muy raro, llegas con un programa y la gente cambia todo, en la música las cosas son espontáneas.

¿Has tenido presentaciones?

Aquí no he podido. A veces nos hablan de otras partes y preferimos ir, porque la gente que nos invita sí está dentro de lo que tratamos de representar. Por ejemplo hacemos presentaciones aquí y van como cinco personas, nos hablan de Saltillo y allá van 50. Aquí está muy olvidado este tipo de música. El tráfico que tenemos ya muy pesado, la contaminación, no permiten apreciar estas manifestaciones artísticas a diferencia de ciudades más tranquilas como Saltillo o San Luis Potosí, la gente es más relajada y tiene tiempo de acercarse a esta música. No se vive tan rápido como aquí y eso a veces hace que se nos olviden otras cosas.


El disco se consigue con el músico en el siguiente celular: 8112747324 o al mail wendy183231@gmail.com


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