El tenor mexicano Rolando Villazón presentó ayer en Viena, por primera vez, una valiosa carta escrita por Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) seis meses antes de morir y que ha sido adquirida por la Fundación Mozarteum de Salzburgo.
“Leer su carta es como volver a escuchar su voz y nos da la posibilidad de entenderle. Después uno escucha su música y se siente más cercano al genio”, explicó Villazón, elegido embajador de la Fundación Mozarteum, que vela por el legado del genio.
La carta, fechada el 12 de julio de 1791, está dirigida a su amigo Anton Stoll (1747-1805) y, según la fundación, es su adquisición más valiosa de la última década.
La carta inicia con breves versos de un poema humorístico, para luego pasar a temas cotidianos. Mozart habla sobre su trabajo y del envío de las partituras de dos obras. También se refiere a la última pieza en la que está trabajando, la partitura de La flauta mágica, que se estrenaría un par de meses después.
“Vemos a una persona lúcida, con mucho humor y al mismo tiempo una persona muy espiritual y muy inteligente”, apuntó Villazón.
Durante los últimos meses de su vida, Mozart “había caído en una depresión”. Pero, “incluso en los momentos más oscuros, él veía la belleza de la vida, y ese contraste se puede escuchar también en su música”.