“Rosario Castellanos sigue dialogando con el presente”: Sara Uribe

La poeta creó una biografía diferente sobre la vida de la escritora mexicana con ilustraciones de Verónica Gerber.

Rosario Castellanos | Fototeca Milenio
Ciudad de México /

Desde niña, Sara Uribe era fan de la escritora Rosario Castellanos. La descubrió en una pequeña biblioteca y en su recamara pegó afiches de la escritora, pues para ella, era su influencer.

Pero la poeta y ensayista (Querétaro, 1978) nunca imaginó que años después escribiría un libro sobre la autora de Balún Canán, incluso que podría hacerle preguntas, revisitar su obra y publicar Rosario Castellanos. Materia que arde (Lumen).

Con ella participó la escritora y artista visual Verónica Gerber Biceccio, quien se encargó de las ilustraciones por lo que el libro es un proyecto ambicioso y muy valioso.

—¿Cómo es tu primer contacto con la obra de Castellanos?

La descubrí en una biblioteca pública de un pueblito de San Luis Potosí que se llama Ciudad Valles. Por aquel tiempo, los adolescentes pegaban pósters en sus cuartos, pero la ñoña era yo, pues lo que pegaba eran unas hojas de rotafolio donde copiaba sus versos. Rosario era como mi rockstar.

—Fuiste feliz cuando te invitaron a escribir el libro.

Claro, es cuando digo: 'La niña de 13 años nunca se hubiera imaginado que un día le iba a tocar la hermosa oportunidad de poder escribir sobre ella'. Es un libro de divulgación para que otras jóvenes y personas de cualquier edad se acerquen a la obra de Rosario y terminen como yo: absolutamente enamoradas de su obra, pensamiento y de la enorme capacidad que tenía para reírse.

Sara Uribe, poeta y ensayista. (Cortesía: Penguin Random House)

—Es un libro complejo. ¿Cómo nace?

Hay un mapeo de territorios reales, literarios, una cartografía, y nace por el interés de Lumen en traer a la conversación en esta colección de divulgación a ciertos artistas y a ciertas escritoras del siglo pasado, pero revisitadas y leídas por escritoras contemporáneas. En mi caso se trata de Rosario Castellanos. Lo que me interesó desde el primer momento fue releer la obra desde una mirada que partiera del presente, es decir, ver cómo su obra literaria sigue dialogando con el presente, cómo su mirada nos sigue hablando y nos sigue diciendo cosas en el siglo XXI. Esto tiene que ver con sus amplias reflexiones sobre temas como los derechos de las mujeres y el feminismo, pero también sobre las opresiones que pesan sobre los pueblos originarios. Es un universo de temas bastante vasto.

—Rosario Castellano fue una mujer adelantada a su época.

Totalmente. Fue una un proceso de redescubrimiento, en mi caso, como creo que puede ser el caso de muchas lectoras y lectores, tenemos este acercamiento a Rosario en la escuela, aunque sea un poquito de Balún Canán. Sin embargo, después de eso no hay una continuidad, entonces se quedan fijos ciertos temas sobre que su poesía es sufriente, doliente o necesariamente referida a temas amorosos cuando la verdad es que releerla y verla desde la perspectiva actual fue una gran sorpresa porque me di cuenta de la innumerable cantidad de temas en los que ella ya estaba pensando.

—¿Es un libro feminista?

Me gusta pensar que se trata de un libro que, por una parte, intenta desmitificar a esta figura literaria, pensándola más como la mujer que fue además de la escritora, y me gustaría que las lectoras y los lectores se acercaran a ella de manera íntima, de manera entrañable. Por esto hay una parte del libro que es fundamental, donde yo le hago preguntas a Rosario. Es decir, no me quedo con esta figura, digamos, idealizada o mítica, sino que traigo a Rosario al presente, intento hacer lo que dice el título “una materia viva”, que la obra de Rosario perviva en este momento y ponerla como una mujer precursora, una mujer que se preguntó tantas cosas. Ese es el gesto por el cual podría pensarse el libro como feminista.

—Recreas su biografía a través de sus propias palabras.

Ella misma me dio las herramientas para crear la estrategia de escribir el libro. Cada entrada está conformada por una parte donde yo narro un momento de su vida o hablo desde la obra que creó en ese momento, de qué se trata, qué temas indaga, pero al final viene una parte donde yo hablo con ella, donde le pregunto cosas porque ella misma se la pasa preguntándose, siempre está cuestionándose. Por eso creo que ella misma me dio la pauta para que yo me uniera a ese coro de preguntas que ella misma se hacía.

—La manera en la que escribiste crea un diálogo directo con la escritora.

Yo quería lograr que las lectoras y los lectores sientan que pueden acercarse a su obra de una manera muy horizontal, que pueden platicar con ella, que pueden hacerle preguntas y esto es bajar de su pedestal a todos estos autores y autoras que de alguna u otra forma están puestos en estos lugares del sistema literario. Me encantaría que los más jóvenes pudieran entablar esta relación directa con su obra.

Verónica Gerber ilustró el libro. (Cortesía: Penguin Random House)

—Las ilustraciones se engarzan con tus textos.

Desde un principio Verónica pensó en que no quería esta representación directa de Rosario Castellanos y por eso me encargó que fuera subrayando en todas sus obras qué objetos había, entonces fui poniendo atención en la materialidad, en los objetos del mundo material de Rosario porque ella no solo veía el objeto. Por ejemplo, veía un baúl y veía los árboles que conformaban ese baúl. Su lectura de los objetos era como una lectura sedimentada, estratificada, que nos lleva a pensar que las cosas siempre forman parte de un territorio y están en contexto con otros.

—Ojalá que tu libro inspire a otras niñas a pegar un póster de Rosario Castellanos en su cuarto en lugar de una influencer de moda.

Nada me haría más feliz que ver a una chica haciendo un TikTok sobre Rosario Castellanos, donde lea alguno de sus poemas, y creo que a la propia Rosario también porque ella siempre estuvo tratando de comprender los fenómenos de su tiempo. Tiene artículos sobre la televisión, sobre todos los avances tecnológicos, ella estaba al tanto. Entonces yo puedo imaginar que, tal vez, le parecería muy bien que alguien divulgara sus poemas en algún Tik Tok.

Elementos en su obra

Las piedras, que están en las portada de los capítulos, y ese relámpago, en la portada del libro, son elementos maravillosos en su poesía. Este último siempre aparece como para iluminar y para dejarnos ver cuál es la verdadera dimensión de las cosas que están ocurriendo.

PCL

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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