Rubén Blades, cronista

Rubén Blades afirmó que está preparando un libro sobre sus canciones emblemáticas y las condiciones en las que fueron escritas.

Se presentará hoy y mañana en el Teatro Metropólitan con Roberto Delgado.
Editorial Milenio
México /

Si nos atenemos a lo que duran sus conferencias de prensa —antier, alrededor de dos horas—, cuando Rubén Blades escriba sus memorias podremos esperar algo semejante a En busca del tiempo perdido, de Proust: varios tomos para relatar su historia. Sin embargo, esperemos un tiempo, pues afirmó que está preparando un libro sobre sus canciones emblemáticas y las condiciones en las que fueron escritas, entre muchos otros proyectos que incluyen la serie de televisión The Walking Dead y seguir dando vida a su alter ego, Medoro Madera, seudónimo con el que grabó un disco dedicado “a los soneros cubanos de ayer y de siempre”.

“Tengo más vida para atrás, que para adelante”, afirmó el músico, quien cumplirá 70 años el 16 de julio. “Todo mundo tiene una responsabilidad cívica porque todo el mundo es ciudadano —afirmó al inquirírsele sobre el contenido social de sus canciones—. Todos tenemos que participar, de alguna forma o de otra. El hecho de que uno sea músico no lo excluye de su responsabilidad cívica: eso no es hacer política, es hacer país”.

Blades señaló que siempre ha entendido su trabajo como “el de crear crónicas que tienen que ver con la realidad de la ciudad. La música afrocubana, que devino en salsa, se había dedicado más bien al escape —que también necesitamos—, pero yo consideré que también podría existir la oportunidad de documentar cosas”.

El artista panameño declaró que su canto no es político “porque yo nunca he escrito dentro del patrón ideológico. Yo no creo en eso. Yo no me ajusto al patrón ideológico que no acepta críticas al sistema, y eso es absurdo para un artista. Hay gente que me sigue llamando muchas cosas, entre ellas, cantor político, y eso me parece absurdo. Pero bueno... Para los gustos, los colores”.

Rubén Blades, quien se presentará hoy y mañana en el Teatro Metropólitan con Roberto Delgado y su Salsa Big Band, recordó que nació en un mundo donde “no había tarjetas de crédito ni televisión, entonces escuchábamos todo por la radio”. Ahora el mundo de las comunicaciones ha acercado su música a jóvenes que se ven reflejados en las letras de sus canciones porque los problemas del mundo, como la materia, no se han destruido, solo se han transformado.

Sobre sus conciertos indicó que todo lo que se escucha es en vivo: “Si a mí se me sale un gallo cantando, se me sale a mí, no a una máquina. Y si alguien comete un error, lo cometimos, pero esa es música en vivo. Así se debe hacer. Hay gente que llega con cosas grabadas y no sabes qué es real y qué no es real. En el caso de nosotros, bien o mal, ahí está. Para mí no hay nada tan excitante como eso”.

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