Tras encontrarse años alejados de los reflectores, los integrantes de la extinta banda de rock Santa Sabina, conocidos ahora simplemente como Los Sabinos, vuelven a reunirse para musicalizar hoy en vivo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, a las 18:00, el icónico filme silente del expresionismo alemán Nosferatu; una sinfonía del horror, que dirigió el cineasta F. W. Murnau en 1922.
MILENIO platicó con Alfonso Figueroa, bajista y pilar del grupo conformado también por el baterista Patricio Iglesias, los tecladistas Juan Sebastián Lach y Jacobo Lieberman, el chelista Leonel Pérez y el saxofonista Aldo Max, sobre el proceso de musicalización del filme, (el grupo tuvo acceso a la última copia compuesta que produjo la Fundación Murnau de Alemania, gracias al apoyo de la organización Circo 2.12.
—¿Con qué canciones harán la musicalización?
Utilizaremos música creada justamente para la ocasión pero también con canciones de Santa Sabina. Como éstas están desmenuzadas queremos que el público las vaya reconociendo, porque lo que era la voz de Rita Guerrero en los temas ahora será interpretado por los instrumentos. Presentaremos canciones desde el primer disco (1992), de Simbolos (1994), Mar adentro en la sangre (2000), Espiral (2003) y algunos pasajes musicales de Babel (1996).
—¿Cómo fue la selección de la música?
Hicimos una disección de la película por escenas, íbamos oyendo los temas que compusimos —ese fue un trabajo que Alex hizo minuciosamente— y buscamos el carácter de las escenas. Así fue como relacionamos qué canción era idónea para cada parte. Como no estamos utilizando el texto de las canciones como tales pues debimos de pensar más en los colores musicales. Nos llevamos buenas sorpresas porque mucho de lo que compusimos con Santa Sabina es de armonías y melodías oscuronas en escalas bastante menores y disminuidas, por lo que no nos costó trabajo emparejarlas con la oscuridad presente en las escenas de Nosferatu.
—¿Cuál fue el reto de este proyecto?
Formalmente no habíamos hecho nada para musicalizar cine con esta alineación, aunque por separado cada quien tiene sus proyectos y algunos si han incursionado en ello. Pero no todos en vivo ni en conjunto, y mucho menos con los temas directamente de la banda. Sin embargo nos llevamos la sorpresa de que como nuestra música posee un tono azul oscuro, resultó muy visual y apropiada para Nosferatu.
—Ya han trabajado el tema de los vampiros.
Es algo recurrente en nuestro trabajo. Además, como película Nosferatu la usábamos siempre que podíamos en nuestros espectáculos, ya sea la de Werner Herzog (1979) o la de Murneau. Siempre había pedazos de ellas en los shows. La de Murnau es una de las preferidas de la banda: es de las que veíamos en los camiones cuando nos íbamos de gira.
“Siempre fuimos seguidores de la literatura romántica, Bram Stoker era nuestra influencia, y cuando leímos el libro de Anne Rice, Entrevista con el vampiro, compusimos “Una canción para Louis” por lo menos un año antes de que se filmara la película.
—¿Cuál es el legado de Nosferatu en la cultura popular?
Es una de las piezas más importantes del expresionismo alemán cinematográfico, pero la novela en la que se basa es romántica. Es un vampiro romántico en sí mismo, es un muerto con sentimientos y ansiedad de vida, y creo que eso es de alguna manera la alegoría de quienes vivimos la vida a través de una metáfora oscura. Al mismo tiempo tiene realismo, pues el mundo es cruel, violento e indolente, y de alguna manera las experiencias alrededor de esto concluyen en la vida. Nosotros respiramos la muerte para recordar que estamos vivos, y Nosferatu es símbolo de todo ello.
ASS