En vísperas de recibir el Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras en castellano, se publica un libro con todo el teatro reunido de Eduardo Mendoza, un género con el que "nació puesto", dice el escritor.
"En las biografías más o menos fiables de algunos actores se dice que nacieron en un teatro. De mí no se podría decir tanto, aunque sí algo muy aproximado: No nací en un teatro pero nací con el teatro puesto", explica el escritor en el prólogo del libro, editado por Seix Barral.
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Restauración, Gloria y Grandes Preguntas son los tres títulos, obras escritas en clave de comedia, con un lenguaje dramático, pero sin solemnidad, por el autor español.
[OBJECT]Tres obras que han quedado ahora unidas en Teatro reunido y que abarcan un largo periodo en la vida del escritor que reside actualmente en Londres, aunque pasa temporadas en Barcelona.
"En el teatro la imaginación interviene solo al principio. El resto es un largo recorrido por el sinuoso y no bien asfaltado camino de las condiciones materiales que hacen posible levantar el telón el día del estreno", asegura el autor de La ciudad de los prodigios.
Relata que su padre fue actor en la juventud. Fue él quien lo llevaba al teatro en Barcelona y a quien oyó hablar "casi en términos religiosos" de Jean-Paul Sartre, Tennessee Williams o incluso de Samuel Beckett.
Y así, Mendoza desvela en estas páginas el ambiente en el que creció y su devoción por el teatro, que lo llevó a leer a los autores clásicos de este género tanto como a los modernos.
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