Mayte López ha pasado buena parte de su vida en Estados Unidos, por lo que al escribir una historia sobre violencia de género no se centra solo en México; por el contrario, se asoma a una realidad que se replica en muchos otros lugares, no solo en su forma física, sino en todas las que puede adquirir esa violencia.
Esa experiencia se refleja en la novela Sensación térmica, publicada por Libros del Asteroide, donde la escritora mexicana reflexiona acerca de la manera en que llegamos a socializar esas actitudes, las normalizamos, las interiorizamos, sin darnos cuenta que están en nosotros.
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“En la novela me interesaba un tipo de violencia que es más difícil de demostrar: el abuso psicológico que se da en las parejas y que, muchas veces, tiene su origen en ciertas ideas del amor romántico y en todas esas cosas que nos han dicho que son necesarias para ese tipo de amor, cuando en realidad son el caldo de cultivo para las relaciones de abuso”.
Una historia que aborda la amistad femenina y la violencia íntima, en especial esa que se esconde disfrazada de amor y que explota a puerta cerrada en una casa cualquiera, oculta entre las letras de las canciones y hasta de los cuentos infantiles, como parte de una serie de objetos culturales que se generan en cualquier sociedad patriarcal.
“Es el caso de la música, la literatura o el cine, o de conceptos de lo que entendemos como el amor romántico. Creo que todas esas ideas y concepciones que tenemos sobre cómo entendemos el amor están insertas dentro de la estructura patriarcal”, explica Mayte López, quien además se convirtió en la primera escritora de nacionalidad mexicana que se integra al catálogo de Libros del Asteroide.
En la construcción de objetos culturales, la imagen del charro, del macho mexicano, se pone en jaque en la novela, porque muchas veces las ideas que tenemos sobre las relaciones de abuso están enmarcadas por una serie de estereotipos o de prejuicios de clase o de raza.
“Una de las cosas que se ponen en evidencia en la novela es que ese tipo de violencias se da en todos los niveles, en todos los lugares: no es nada más en esa figura clásica que sabemos reconocer como un tipo de hombre violento, sino que está incrustada de forma mucho más profunda”.
El machismo cultural
Luego de estudiar un máster en escritura creativa en la Universidad de Nueva York (NYU), Mayte López está en la conclusión de un doctorado en culturas latinoamericanas en la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY). Por ello, la mitad de la historia de Sensación térmica se desarrolla en Nueva York y la otra en la Ciudad de México.
“Está muy presente la idea de la gran ciudad como algo que se impone a las protagonistas en tanto que son mujeres latinoamericanas en este monstruo de concreto, que termina por consumirlas y las vuelve vulnerables dentro de esos espacios. Jugar un poco a desestabilizar estereotipos acerca de las personas o relaciones que se encuentran en una ciudad como Nueva York o en un ambiente intelectual, para resaltar la idea de que ese tipo de violencia está en todas partes”.
En ese sentido, la escritora reconoció que se ha adelantado en el reconocimiento de que hay machismo en letras de canciones o en historias de películas, el problema es que seguimos inmersos en ese tipo de sociedad y de cultura, y va más allá, convencida de que ello no significa que no podemos disfrutar de esas letras, “muchas de las cuales podemos reconocer como machistas: simplemente es cuestión de verlo con una mirada crítica”.
El título de la novela, Sensación térmica, es un juego: se refiere a la discrepancia entre la temperatura real, lo que marca el termómetro, y lo que realmente se siente, así como en el clima, en las relaciones, entre lo que vemos, “lo que sentimos, lo que parece normal, lo que parece permisible, lo que entendemos como amor: hay una enorme discrepancia entre los grados reales y los que se siente en el cuerpo”, a decir de Mayte López.
PCL