Sergio E. Avilés: “Me gusta extraer la intriga, el picor y sembrar la duda de qué pasó en realidad”

Joyas de la familia, el más reciente libro del escritor y cineasta coahuilense, está basado en la historia verdadera de una alhaja que llegó a Saltillo proveniente de la casa real de Rumania.

El escritor | Especial
Ciudad de México /

Hace 30 años, Sergio E. Avilés (Saltillo, 1957) recibió a una amiga en casa, quien le mostró una misteriosa joya que le había regalado la abuela de su marido. Era extraña y tenía que ver con la casa real de Rumania. La historia, por supuesto, cautivó al escritor y cineasta.

Durante todos estos años el autor fue escribiendo Joyas de la familia (Alfaguara, 2022), novela que comienza en Saltillo con Rubén Pablo Alcocer, detective de 54 años que relata la historia de la joya, la cual atraviesa los destinos de diversas dinastías europeas e incluye la presencia de Napoleón, la reina Victoria y hasta el conde Drácula.

El arranque es fuerte: un hombre torturado con un secreto.

Las tres primeras páginas tienen que ser contundentes para que el lector ya no suelte el libro, pero sin revelar la trama. Es una técnica de Shakespeare que le llamaba en “media red”, no comienzas con un “buenos días”, arrancas con un “¡cabrón!, ¿por qué hiciste esto?”, y sigue funcionando.

¿Es una novela negra?

He estado peleándome con las descripciones de los géneros, no me senté a escribir una novela negra. Yo creo que la negrura está en mi alma más que otra cosa (risas); tiene tintes de suspenso e historia, espero no confundir a la gente.

¿Es una historia real?

Sí, llega una joya a Saltillo a la que no le encuentro ni pies ni cabeza, porque no es algo que se pueda usar aquí, está demasiado fuera de lugar. Investigando, nos dimos cuenta de que venía de la corona de Rumania y es real. Después, en la novela, llega a las manos de Rubén Pablo, el protagonista, quien se niega a regresar el anticipo que le pagaron por la investigación. Está secuestrado y tiene una bolsa de plástico amarrada sobre la cabeza. Efectivamente, se encuentra en los últimos instantes de su vida, por eso él nos lleva a descubrir todo el misterio.

Mezclas historia y suspenso.

Yo quise hacer un condensado. Soy miembro de la Asociación de Cronistas e Historiadores de Coahuila, y les digo que yo no soy ni cronista ni historiador, en realidad soy un puente entre el trabajo serio que ellos hacen y lo que el lector quiere consumir, que es más diversión. Tengo que encontrarle ese saborcito a la historia para que le interese a la gente común y corriente. Lo que yo hago es un condensado: extraer la intriga, el picor y sembrar la duda de qué pasó en realidad. Siento que mi trabajo es encontrar lo interesante para que la gente no se desilusione con la historia.
Portada del libro | Especial

La joya revela muchas tramas.


Lo que es interesante es que la herencia que recibe mi amiga, despierta una bola de intrigas dentro de los demás herederos de la familia, que es lo que pasa en muchas. En el momento en que se lee el testamento se derrumba todo. Las herencias acaban con las familias a fin de cuentas. Hay que tener cuidado de que las posesiones no sobrepasen la estima y el amor que se tiene a los tuyos.

Los testamentos siempre son riesgosos.

Claro. Digo, hay testamentos muy bonitos, como el de don Evaristo Madero, papá de don Francisco. Él tuvo dos esposas; murió la primera y tuvo familia con otra, y en su testamento hace una repartición de todos los bienes que hizo durante su primer matrimonio y los de su segundo matrimonio entre todos, y les hace un llamado a la unidad familiar, a la armonía y al amor. Pero el testamento más bonito que he leído lo vi en una tira cómica que se llamaba Moma, decía: ‘Yo, Moma, en pleno uso de mis facultades mentales, me gasté hasta el último centavo’, entonces no deja lugar a dudas, ni a pleitos (risas) porque las herencias acaban con todo.

¿Qué tanto de Saltillo tiene esta novela?

Yo soy de allá, así es que no podía hacer otra cosa. Yo le llamo a esto El modelo de Woody Allen, que hace historias muy humanas y las enmarca en Nueva York. En mi novela sí hay mucho de Saltillo, me encanta mi ciudad, una ciudad que tiene más de 400 años de edad; es tan exótica para los que no viven en ella. Lo que yo quiero es que el personaje se sienta cómodo en su ambiente y aunque viaja por todo el mundo, el origen de esta joya, antes de Saltillo, es Ciudad de México, el Hotel Regis, que ahora ya no existe.

Claves

Autor

Ha publicado Me enamoré de una cucaracha (1992), Antes de ser (2001), indiGestión Pública (2009), Coahuila, espejismo pleno (2010), El nombre del gato (2011) y Explore Del Río (2017).

 Director 

 En 2012 dirigió la película Fin del mundo, filmada en Saltillo, y en 2013, Piloto, filmada en Zaragoza, Coahuila. También escribió y dirigió Galatea, en 2014, entre otros cortometrajes y documentales que publica principalmente en su canal de YouTube. 

 Colaboración 

 Desde hace años ha trabajado como productor de Guillermo Arriaga en El pozo, Words with Gods, Broken Night y No One Left Behind.

hc

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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