El escritor nicaragüense Sergio Ramírez alertó sobre la acusación que lanzó sobre él el gobierno de Nicaragua, en especial la familia Ortega, “que me ha acusado, a través de su propia fiscalía y ante sus propios jueces, de los mismos delitos de incitación al odio y la violencia, en menoscabo de la integridad nacional, y otros que no he tenido tiempo de leer”.
En un video compartido a través de sus redes sociales, el narrador aseguró que se trata prácticamente de las mismas acusaciones por las que se encuentran presos “en las mazmorras de la misma familia muchos nicaragüenses dignos y valientes”, al tiempo de recordar que no se trata de la primera ocasión que pesan estas acusaciones en su vida, pues ya en 1977, “la familia Somoza me acusó, por medio de su propia fiscalía y ante sus propios jueces de delitos parecidos a los de ahora: terrorismo, asociación ilícita para delinquir y atentar contra la paz, cuando yo luchaba contra esa dictadura, igual que lucho ahora contra esta otra”.
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“Las dictaduras carecen de imaginación y repiten su saña, su odio, y sus caprichos. Son los mismos delirios, el mismo empecinamiento ciego por el poder y la misma mediocridad de quienes teniendo en su puño los instrumentos represivos, y habiéndose despojado de todos sus escrúpulos, creen también que son dueños de la dignidad, la conciencia y la libertad de todos los demás”.
Actualmente en el exilio, desde donde, por cierto, ha realizado la difusión de su más reciente novela Tongolele no sabe bailar (Alfaguara, 2021), Sergio Ramírez dio a conocer que las autoridades nicaragüenses anunciaron que allanarían su casa, lo que no le preocupa porque “lo que van a hallar es una casa llena de libros, los libros de un escritor, los libros de toda mi vida”.
“Soy un escritor comprometido con la democracia, con la libertad y no cejaré en este empeño donde me encuentre. Mi obra literaria de años es la obra de un hombre libre. Las únicas armas que poseo son las palabras y nunca me impondrán el silencio”, resaltó en el video.
PCL