El tenor español Plácido Domingo, cumplió este 21 de enero 78 años de edad, con una sólida trayectoria de más de medio siglo.
En su infancia, tenía los mismos sueños y aspiraciones que muchos otros niños: convertirse en futbolista; pero afortunadamente para los melómanos y las personas que disfrutan de su talento, al final decidió inclinarse por el canto.
En un comunicado, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recuerda que el afamado intérprete es egresado del Conservatorio Nacional de Música del Inbal.
Plácido Domingo inició su carrera como barítono, con Marina, en el emblemático Teatro Degollado ubicado en Guadalajara. En 1961, a los 20 años, debutó como tenor en La Traviata, de Giuseppe Verdi, interpretando el papel de Alfredo. A partir de ese momento, su destino estaría marcado.
Tras su debut, su carrera despegó de inmediato, actuando en casi todas las casas de ópera del mundo e interpretando al menos a 85 personajes diferentes, tanto en italiano y francés como en alemán y español. Ha sido dirigido por los más importantes directores de ópera, como Herbert von Karajan.
De acuerdo con los comentarios críticos, el tenor tiene el don de dar gran realismo a sus interpretaciones y su voz posee gran belleza y color.
También incursionó en la dirección orquestal llevando a cabo el estreno de tres óperas: El poeta (1980), de Federico Moreno Torroba; Goya (1986), de Giancarlo Menotti, y Divinas palabras (1997), de Antón García Abril.
Mucha gente que no ha tenido la oportunidad de presenciar sus actuaciones, lo conoce porque alado de sus colegas Luciano Pavarotti y José Carreras, ofreció una serie de presentaciones bajo el título de Los tres tenores, presentaciones con las cuales recorrieron todo el mundo, creando así nuevos públicos para este género musical.
Plácido Domingo disfruta de todo aquello que tenga una relación con el mundo musical, desde asesorar a teatros y hasta organizar eventos benéficos hasta actuar en películas.
Domingo creó el programa Operalia, fundado en 1993, para apoyar a los nuevos talentos operísticos. Un ejemplo de ello son María Katzarava y Rolando Villazón, quienes surgieron de dicho proyecto.
El año pasado, el tenor estuvo en el Conservatorio Nacional de Música del Inbal para inaugurar el auditorio al aire libre que lleva su nombre. En esa ocasión, recordó que ahí estudió y que tuvo como maestros a los hermanos Halffter, Carlos Chávez, Blas Galindo y Carlo Morelli, entre otros.
La carrera del intérprete es interminable, pues cuenta con diversos logros y presentaciones en su vasta trayectoria. Pareciera poseer el don de la ubicuidad; un día está en Nueva York y al siguiente amanece en París.
Muchos no olvidan que el cantante ayudó a los damnificados de México en el sismo del 19 de septiembre de 1985 y que él mismo estuvo escarbando, como miles de personas, entre los escombros. Se trata de alguien que siempre ha expresado y defendido la importancia de formar hermandades a través de la música.
MM