'Silencio en llamas', un programa de radio para colectivizar la experiencia poética

Entrevista

Este miércoles, el programa de radio, que se graba en la Ciudad de México pero se transmite en una estación poblana, celebra un año de exaltar el trabajo de poetas y músicos alternativos.

El equipo del programa de radio 'Silencio en llamas' / Foto: Ariel Ojeda
Ciudad de México /

Con el enfoque de "colectivizar la experiencia poética", el programa de radio Silencio en llamas, que se graba en un departamento de la alcaldía Iztacalco y se transmite mensualmente por la estación poblana Radio28celebra este miércoles un año de trabajo. 

El proyecto, desarrollado por Natalia Pedroza y Fernández (dirección y locución), Fernando Vázquez (producción de audio), Pedro Zaragoza (director de fotografía) y Luis Checarranza (operador de cámara), se cimenta en el objetivo de "desmontar que la poesía tiene que ser inaccesible o que es un privilegio".

"Toda esta gestión involucra muchísimas cosas desde la amistad; es importante decir que nos conocimos en un taller con nuestro maestro, Héctor Carreto, que falleció este año. De ahí, empezamos a armar eventos y seguimos haciendo cosas. Llegamos acá y continuamos con una experiencia muy bonita", comenta Fernando en entrevista con MILENIO.
Natalia Pedroza y Fernández | Foto: Ariel Ojeda
El equipo del programa de radio | Foto: Ariel Ojeda


Silencio en llamas nació de un sueño de Fernando - "Las palabras se me quedaron" - y, sumando a Natalia, evolucionó a un segmento radiofónico de otro programa. Viendo el potencial del proyecto, primero consideraron integrarlo a la estación Aire Libre, extinta en 2022, pero fue la radiodifusora por internet Radio28, con sede en la ciudad de Cholula, la que les abrió el micrófono. 

Izando la bandera de la autogestión y la colectividad, el programa ha contado con la participación de plumas, mayormente ajenas a la lo institucional, como Lucía Calderas, Tilsa Otta, Iván Palacios Ocaña, Kia, Nancy Niño Feo y Javier Mitra. También con los sonidos poco hegemónicos de músicos como Mota de polvo, Thelma Ascencio, Amotken y, ese nigromante de la electrónica lóbrega, Nicolás Jaar.

"Tenemos escuchas ya recurrentes, pero siempre llegan personas nuevas porque va a estar tal poeta o artista; invitamos a alguien y esa persona le avisa a sus amigos. Además, el programa tiene la cualidad de no tener una estructura definida: hay veces que el poeta solo quiere leer o se anima al jam con la música. Aquí, los artistas se sienten cómodos, los poetas se sienten escuchados, y eso igual lo siente el público", resalta el productor de audio.

Natalia dice que el programa permite abrir esa puerta que conduce a "encontrar un espejo en otra persona que puede tener los mismos dolores que tú o las mismas dudas, y es válido nombrarlas. El programa es una invitación a escribir, a hacer música, a abrazar la vulnerabilidad".

"La lógica del sistema de trabajo, del capitalismo, te orilla a la locura: trabajas más de 8 horas, te trasladas 5 horas, no duermes, no comes bien... todas las condiciones están para volvernos locos. ¿Cómo hacerle frente? Cotidiano-negando: negar la realidad, negar que tengo que trabajar 10 horas al día si no soy mediocre, negar la heteronormatividad, negar que no puedes llorar. Esa es una puerta que abre la poesía y se sostiene a través de las personas que prestan su oído, que quieren recibir", agrega la locutora.
Fernando Vázquez | Foto: Ariel Ojeda
La sede del programa en CdMx | Foto: Ariel Ojeda

En estos 365 días de labor, Silencio en llamas ha mutado a una "experiencia expandida"; ya no solo es el programa de radio, sino que desde enero trabajan versiones audiovisuales de cada emisión para su canal de YouTube, @silencioenllamasx.

"Es una memoria digital del arte emergente: de los poetas que no están publicados, que no tienen tres libros, que no tienen un Premio Aguascalientes", externa Natalia.

Sobre el trabajo audiovisual, Luis Checarranza, el último en integrarse al equipo, dice que hay gran cuidado en que lo mostrado "sea noble con las pequeñas pantallas y pensado para que no traicione el formato original". Pedro Zaragoza, que gusta de "hacer pinturas con el video", exalta la importancia de que el programa, en la plataforma de videos, conecte con otras personas. 

— ¿Por qué es importante escuchar poesía?

"Es una experiencia muy autentica, muy fibrosa, muy de entraña. Es un acto de rebeldía ante el aparato de guerra del estado; ese aparato que, más que nada, está hecho para crear consumistas, para darle publicidad a las marcas y muchas otras cosas arraigadas en la cultura. Creo que escuchar esta música, leer esta poesía, es ese parteaguas de 'Me voy por nuevos caminos'. Son experiencias que generan un diálogo, es buscar otras formas de convivir con el mundo": Fernando.

— ¿Y qué implica desarrollar el proyecto en un formato como la radio, que en estos tiempos pudiera verse complicado?

"La cultura del radio y la televisión, a través del boom del internet, ha ido en declive. Pero la radio, como lo es Radio 28, que es independiente, permite visibilizar espacios no necesariamente en la lógica de la modernidad, sino que siguen resistiendo. Hacer radio hoy es signo de resistencia y cualquier persona que tenga internet puede acceder a contenido cultural de calidad. Hay una curaduría respecto a la poesía y los músicos que vienen, porque si las personas se están tomando el tiempo de escuchar, hay que garantizar que sea amable; se trata de hacer amable ese acercamiento a la poesía, que la abuelita también disfrute de la poesía": Natalia.

La locutora reconoce que Silencio en llamas se mantiene a flote por el auge poético que existe actualmente en México. Y partiendo de esta columna vertebral, el proyecto aspira "a ser sostenible, a dignificar el trabajo que hacemos, porque no solo es amor al arte: estamos invirtiendo horas de trabajo". 

"El arte es un derecho y, a veces, se piensa que es como ocio; que si eres artista es porque tienes el tiempo, pero no, nosotros hemos buscado el tiempo desde nuestras chambas", añade. 

De ahí lo crucial de visibilizar a esos artistas y expresiones no institucionales. "Éste es un espacio de resistencia que dice 'No todo el arte es la institución', un espacio para confiar en que la poesía y el arte nos van a sanar de muchas cosas, y que podemos acceder a ellos desde una manera amable", agrega Natalia.

Al pensar en el futuro del programa, Fernando revela que le gustaría expandir su audiencia "para seguir generando contenido y que eso no ayude a tener más medios para incrementar la calidad". 

"Que en un momento podamos sostenernos por medio de este trabajo, porque eso va a dar frutos para que podamos pensar en más ideas para fomentar, para difundir", agrega.

Natalia, al cierre de la entrevista con MILENIO, promete que Silencio en llamas pronto mutará a eventos presenciales de música, poesía y micrófono abierto. "¡Hay que generar espacios de apertura y colaboraciones!".

El proyecto celebra un año | Foto: Ariel Ojeda

Transmisión de aniversario

La transmisión de aniversario del programa tiene lugar este miércoles 21 de agosto a las 20:30 horas. En la poesía, estará Jimena González, y en la música el proyecto de electrónica experimental Murales, de Enrique Escotto. Para sintonizar, es vital acudir a las redes de 'Silencio en llamas': @silencioenllamas, en Instagram, TikTok y Facebook.

hc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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