En un día de 1812, en la comuna de Coupvray, cerca de París, Francia, un pequeño niño llamado Louis Braille estaba jugando en el taller de su padre, donde se fabricaban arneses.
A sus tres años de edad, la curiosidad infantil lo llevó a explorar las herramientas con las que se trabajaba el cuero, y en un trágico giro del destino, un accidente con una lezna le costó la vista de ambos ojos, dejándolo completamente ciego.
- Te recomendamos Así disfrutó un ciego el Gran Premio de México 2023 | VIDEO F1
Renovando ideas
A pesar de su discapacidad, los padres de Louis estaban decididos a que recibiera una educación adecuada. A los 7 años, fue inscrito en el centro local, aunque la escuela no ofrecía ningún programa especial para invidentes.
Sin embargo, su inteligencia y determinación pronto llamaron la atención, y a los 10 años, Louis recibió una beca para estudiar en el Real Instituto para la Juventud Ciega (RIJC) de Francia, en París.
En el instituto, Louis se encontró con un sistema rudimentario de lectura táctil, desarrollado por el fundador de la escuela, Valentin Haüy. Este sistema, aunque innovador en su momento, era limitado y laborioso. Sin embargo, la llegada de Charles Barbier, un capitán del ejército francés, trajo consigo una nueva oportunidad.
Nuevo descubrimiento
Barbier presentó un sistema de lectura táctil, conocido como "escritura nocturna", diseñado originalmente para que los soldados pudieran leer mensajes en la oscuridad sin necesidad de luz. Louis vio el potencial de este sistema y, a los 15 años, lo adaptó y perfeccionó para crear el sistema de lectura táctil que hoy conocemos como braille.
El sistema braille, basado en puntos en relieve que representan letras y caracteres, revolucionó la educación y el acceso a la información para las personas ciegas en todo el mundo. Aunque enfrentó resistencia inicial, con el tiempo fue adoptado ampliamente y adaptado a diferentes idiomas y disciplinas, incluyendo matemáticas y ciencias.
A pesar del avance de la tecnología, el sistema braille sigue siendo una herramienta invaluable para las personas ciegas, aunque las tasas de alfabetización en este sistema han disminuido con el tiempo. El impacto duradero de Louis Braille en la educación y la autonomía de las personas ciegas es innegable, y su legado sigue vivo en cada página escrita en braille.
Reconocimientos continúan
En 1952, en reconocimiento a su invaluable contribución, los restos de Louis Braille fueron trasladados al Panteón en París, donde reposan junto a otros grandes líderes intelectuales de Francia.
Su pueblo natal de Coupvray también honra su memoria, conservando sus manos en una urna en el cementerio de la iglesia. Y como un tributo eterno a su legado, la NASA nombró un asteroide en su honor: "9969 Braille".
APA.