En México solo 20 por ciento de niñas sobredotadas son diagnosticadas como tal; el resto pierde su talento por falta de programas de gobierno o por simple prejuicio de padres o maestros, asegura Dafne Almazán, psicóloga de 16 años.
“Es complejo detectar niñas sobredotadas. Los estereotipos impuestos por la sociedad las obligan a ser quietas, mientras sus padres o profesores piensan que es malo ser diferente”, añade.
Dafne participa hoy en el tercer Congreso Internacional de Sobredotación Intelectual. Retos de la Inteligencia Superior en el Siglo XXI con la ponencia “Proyecto educación de niñas sobredotadas en México”.
El encuentro es convocado por el Centro de Atención al Talento (Cedat) —al que pertenece Dafne—, la Federación Internacional de Sobredotación Intelectual, World Council For Gifted and Talented y el Tec de Monterrey.
Dafne señala que existen esfuerzos para crear un programa oficial que capte el talento de los niños sobredotados, pero “se han obtenido pocas cosas”.
En la Ley General de Educación se estipula que la “atención educativa a los estudiantes con aptitudes sobresalientes” está supeditada a la “disponibilidad presupuestal”, un criterio aplicado a los tres niveles de educación básica, prepa y universidad.
En 2014 el Cedat inició un programa piloto en CdMx para atender niños sobredotados de escasos recursos, que actualmente administra el DIF local.
LA HISTORIA
Dafne comenzó a leer y escribir en inglés y español a los tres años. A los seis inició la primaria y la terminó a los siete; siguió la secundaria, que concluyó a los ocho. A esa edad inició la prepa y la terminó a los 10 años.
Luego ingresó a la universidad, de donde se graduó a los 13 años y se convirtió en la psicóloga más joven del mundo. También concluyó una maestría en educación y actualmente estudia la carrera de derecho y un doctorado.
La jornada diaria de Dafne comienza atendiendo a sus cuatro perros. “Por las mañanas trabajo en mi licenciatura en el Cedat y las tardes las dedico a taekwondo, idiomas, piano, guitarra y violín. Por la noche regreso a mi casa para relajarme”.
—¿Es cierto que un niño sobredotado pierde su infancia?
—No se pierde, simplemente se vive de manera distinta esa etapa de la vida y la propia juventud. Yo tengo amigas y me divierto, aunque en lugar de videojuegos prefiero los documentales.
FUGA DE CEREBROS
Andrew Almazán, de 22 años, director del Departamento de Psicología del Cedat y hermano de Dafne, señala que debe existir en México al menos un millón de niños sobredotados, de acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud.
El psicólogo y médico cirujano lamenta la fuga de cerebros y asegura que “de dos sobredotados nacidos en México, uno se va al extranjero”. Este es el riesgo de un diagnostico tardío en estos niños, lo que origina pérdida de inteligencia para el país.
Recuerda que el Cedat trabaja con más de 300 niños en sus sedes ubicadas en CdMx (200), Guadalajara (100) y Naucalpan (50). El objetivo del centro es detectar para 2020 al menos 10 mil casos de niños sobredotados.
Andrew sostiene que México tiene capacidad suficiente para impulsar su crecimiento científico, cultural, económico y social a partir del talento nacional sin necesidad de exportarlo.
De acuerdo con Dafne Almazán, la importancia de este Congreso es que los especialistas invitados de Estados Unidos, Puerto Rico Dinamarca expondrán las experiencias que tienen en sus países con niños sobredotados y podremos retomar ideas para aplicarlas en el país”.
CLAVES
INVITADOS
Entre los invitados al Congreso destaca Jonathan Wai, Investigador del Programa de Identificación de Talento, de la Universidad Duke (EU).
Eric Porras Musalem, director de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, y Francisco J. Mendieta, director de la Agencia Espacial Mexicana.
Asimismo, Helmuth Nyborg, del Instituto de Psicología de la Universidad Aarhus, de Dinamarca, y los hermanos Dafne y Andrew Almazán.
Con información de José Luis Medina Rivera y José González Méndez.