Del Sonido del Silencio II, ejercicio que comparte la música contemporánea

Con la segunda edición del programa denominado Del Sonido del Silencio, Liliana Rodríguez, conocida en el mundo de la música contemporánea como Nabora Carrillo, indicó que tras estudiar en el Conservatorio de Las Rosas, decidió volver a su tierra para presentar propuestas más vanguardistas, abriendo la temporada este lunes en la Galería de Arte Contemporáneo del Teatro Isauro Martínez.

“Del Sonido del Silencio surgió de la inquietud porque sabía que aquí en Torreón no hay ese tipo de propuestas de música contemporánea, de música experimental. Simplemente yo aquí crecí y a los diecinueve años me fui a Morelia a estudiar música clásica, viola, y ahí me di cuenta de todas esas nuevas cosas que están pasando y que no teníamos ni idea”.

Al asumir la música como su oficio, Liliana Rodríguez conoció el trabajo de Luciano Berio, compositor italiano modernista quien fue uno de los principales representantes de la vanguardia musical europea al ser reconocido por su aporte en la música experimental, particularmente con su Sinfonía para orquesta, siendo además un pionero en la música electrónica.

“Luciano es una locura de señor y me encantó. Y ahí nació la inquietud y pensé que estaría padre llevar a Torreón todas estas cosas y hace tres años estaba platicando con el ahora encargado de Cultura del municipio, Elías Agüero, y siempre tuvo como ese eslogan de que la gente que nos vamos de Torreón debemos volver a mostrar lo que aprendimos, entonces la primera edición Del Sonidos del Silencio entre él y yo la hicimos y me abrió el Garcés, El Santiguo, espacios que él manejaba en ese momento”.

La unión entre músicos impulsó que Liliana pudiera traer en la edición pasada a un grupo de músicos austriacos que abrieron en el Teatro Isauro Martínez. Dos años después Liliana regresa a seguir aportando música a la región y ahora que tiene residencia en Guadalajara, vuelve con un programa dedicado a los vinilos.

“Conozco a muchas personas en Torreón que empiezan a coleccionarlos porque escuchan música de excelente calidad y conocen datos históricos que pueden compartir, datos curiosos que nos permiten hacer unas sesiones de escuchas, eso lo pensé por ahí de septiembre”.

Con amigos DJ, coleccionistas de vinilos, amantes de la música, Liliana armó un programa que está abierto al público en general sin costo. El cierre podría ser en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús o la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe el próximo domingo.

“Yo me quejo mucho de que no hay propuestas buenas de música contemporánea, que todo es súper clásico pero también está padre porque yo misma así empecé, como oyendo a la Camerata, oyendo la música de Stravinsky o Piazzolla. Incluso con Mozart o Beethoven nació mi interés en el arte.

"Hace poco hubo un festival de jazz en el Isauro Martínez con Los Dorados, que a mí no me gustó, me pareció un jazz súper básico pero porque yo soy súper experimental, me gusta la estética contemporánea súper local. 

Pero hablando con un amigo de aquí él me dijo que le pareció una buena propuesta, y aunque no trae la novedad del mundo fui a los tacos La Joya y me encontré con un señor que fue al concierto y para él fue totalmente nuevo porque él escucha a Miles Davis y fue cuando me di cuenta de que lo que hay es clásico, tranquilo o digerible y está bien porque por algo se empieza”.

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