En su infancia, Sue Zurita (Tabasco, 1985) les contó a sus compañeros del salón que tenía un unicornio de mascota y ellos le creyeron, pero un día su maestra se enteró de esta mentira y la acusó con su mamá.
Tras esta experiencia en la escuela, la imaginación de la pequeña no se coartó, al contrario: “Empecé a leer mucho y me di cuenta que las mentiras que contaba eran como cuentos, entonces empecé a escribirlas”, recuerda la escritora en entrevista con MILENIO.
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“Por eso, para mí escribir es contar esos sueños que hay en mi cabeza”, afirma.
Sue actualmente está promocionando la nueva edición de El viaje de los colibríes, obra que lanzó de manera independiente en 2014. “Es bonito ver esta nueva edición, más profesional, y ver que va llegando poco a poco a más lectores”, dice sobre la historia que ahora cobija Penguin Random House.
Del libro, la autora dice que podría verse como un colibrí porque “siempre está buscando flores y jardines; digamos que los jardines son las ciudades y las flores son las personas. Así lo definiría”.
Aunque su animal favorito dista mucho de esa ave: es el cocodrilo. “Crecí en Villahermosa y ahí había un cocodrilo que vivió más de 40 años en cautiverio (en el Parque Museo La Venta) que se llamaba Papillón. Me quedé prendida de este animal tan enigmático, tan prehistórico, tan fuerte y a la vez tan frágil, porque lo veía muy solitario; era hembra y siempre se quería escapar, y cada vez que hacía eso los pescadores alguna vez la dejaron ciega o le dieron balazos”, cuenta.
“Desde ahí el cocodrilo se volvió mi animal favorito, pero el colibrí es mi tótem porque es todo lo que Papillón no pudo vivir: frágil, fuerte, libre y breve; viven menos de 2 años, pero viven libres, nadie los puede atrapar”, agrega.
Pero acentúa que Romina, la protagonista de El viaje de los colibríes, “definitivamente es como un colibrí, por eso no hay ninguna metáfora del cocodrilo en este libro. Quería crear este personaje que fuera libre en todos los sentidos, a pesar de sus errores siempre ella poder elegir. Es la esencia de este libro”.
¿Y Sue, al igual que su personaje más emblemático, es libre en todos los sentidos?
“A veces me da ese llamado síndrome del impostor, a veces no me la creo; me ha pasado que gente me dice ‘Vengo a verte’ y me siento con una gran responsabilidad porque tengo el compromiso de seguir contando historias para el lector, pero también llegar a su corazón y que cada una de mis historias corresponda al cariño que me dan. Me siento con una gran responsabilidad con la comunidad que se ha creado”, confiesa.
La escritora señala que confronta esos momentos de incredulidad “dedicándome a lo que me apasiona, levantándome temprano para escribir, estudiar, tomar talleres”.
“Me aferro a las cosas bonitas, a veces digo: ‘Soy Sue Zurita, yo puedo’. Es aferrándome a los logros y éxitos, y también tomarme un respiro para poder disfrutarlos, porque cuando va uno muy rápido de pronto no se detiene”, añade.
A todos aquellos que están buscando caminos creativos, Zurita les aconseja que “cuando quieran elegir algo para dedicarse, que sea algo que los apasione, algo por lo que estén dispuestos a no dormir… Mi libro El viaje de los colibríes es eso lo más apasionante que tengo”.
Por último, la autora cuenta su concepto de éxito: “Es mirarme en el espejo y sonreír; levantarme a las 6 de la mañana y decir ‘Estoy lista para empezar un nuevo día’”.
hc