Taibo II salda cuentas y se reinventa en sus nuevos libros

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Sobre la polémica generada alrededor de la titularidad de la Secretaría de Cultura de la CdMX, el escritor afirma que el elegido para asumirla es la opción ideal.

'El olor de las magnolias' y 'La libertad, la bicicleta' son las nuevas novelas de Taibo II. (Foto: héctor Téllez | MILENIO)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Hace tres meses, Paco Ignacio Taibo II terminó de escribir El olor de las magnolias y La libertad, la bicicleta, dos novelas cortas publicadas en el mismo volumen por Planeta. 

Son muy diferentes entre sí y, al mismo tiempo, viejos proyectos que buscaban saldar deudas en lo personal y en lo profesional. A la primera tardó casi dos décadas en ponerle el punto final.

“La otra la terminé porque me pude meter el año pasado en una biblioteca en España y encontrar los viejos artículos de mi padre y ya con eso la pude armar —cuenta el escritor a MILENIO—. Sabía que había oculto en el pasado de mi padre una historia inexplicable: cómo un joven, que en su infancia había sido admirador profundo del periodismo socialista de la época, en el que estaba involucrado su abuelo y su tío, y que en pleno franquismo, después de la derrota, decide ser periodista. Resulta que decide ser cronista de ciclismo profesional, cuando en su vida había hecho deportes, ni siquiera había cubierto basquetbol o futbol. Había pasado de ser un periodista de información general, urbana mayormente, a embarcarse en la locura de ser cronista de ciclismo profesional”.
El olor de las magnolias 

es un libro de cocción muy lenta, al que 

Taibo II 

le invirtió unos 20 años y que tiene que ver con una manera de contar la historia, un tema que lo persigue como narrador: ¿cómo narramos de una manera muy fresca, muy viva, la historia?

“Me había encontrado con este pasaje sobre unos campesinos italianos que Porfirio Díaz había traído para repoblar las zonas conflictivas y cuando encontré que la novela se podía narrar en tres planos, resolví el problema. Ya nada más me faltaba preguntarme de qué huye al principio el personaje”.

Dos novelas distintas entre sí, que parten de preguntas vinculadas con su presente como narrador: tienes más de 65 años, ¿ya no vas a experimentar? ¿Vas a repetir lo que ya sabes? 

“¿Vas a escribir más novelas de Belascoarán, que sabes que se van a vender un chingo o sigues siendo un escritor y, por lo tanto, debes someterte a presión para buscar otras maneras de contar, para no abandonar el ardor juvenil que te dio cuando empezaste a escribir hace medio siglo?”.

Eso es lo que busca responder Taibo II con El olor de las magnolias y La libertad, la bicicleta.


¿La mano negra que mece la cuna?

Envuelto algunas veces en la polémica, Paco Ignacio Taibo II vivió con gran intensidad el pasado proceso electoral. En especial el de la Ciudad de México, donde su nombre sonó insistentemente como la posible cabeza de la Secretaría de Cultura capitalina. No ser el elegido lo dejó, más bien, muy tranquilo. 

“En el fondo, el que no haya salido a la cabeza del proyecto de cultura, me hizo un favor inmenso: me devolvió la libertad política y crítica para seguir apoyando al gobierno de Claudia [Sheinbaum] y de Andrés Manuel, pero con distancia, con derecho a decir ‘en eso no estoy de acuerdo’. Y me dejó otra vez la libertad de escribir, lo estoy haciendo todos los días de nuevo”, cuenta el escritor.

Por otro lado, reconoció que tiene ahora la oportunidad de meter 80 por ciento de su vida a la Brigada Para Leer en Libertad, que atraviesa un momento de intenso trabajo, entre la organización de las ferias del libro o de mesas de reflexión, incluso con el obsequio de publicaciones, con lo que las “posibilidades de que la brigada se expanda son inmensas; de hecho, debemos trabajar en el proyecto”.

“Cumplí mi tarea, entregué el programa. José Alfonso (Suárez del Real) está bien, es más políticamente correcto que yo, pero espero que el programa que presentamos y el equipo que se formó, se sostenga. Y ni siquiera me quedan resentimientos: ahora voy a apoyar desde afuera, no estoy buscando empleo”.

Paco Ignacio Taibo II buscará sentarse de vez en cuando con José Alfonso, pero tampoco quiere estar muy cerca, “porque sería un estorbo. Podría darse algo peor para él, que dijeran que soy la mano negra que mece la cuna. No va a ser el caso: Alfonso, por su forma de ser, va a operar con absoluta autonomía”.


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