El emblemático bodegón Sandías de Rufino Tamayo se vendió ayer en la casa de subastas Sotheby’s por 4.9 millones de dólares (93 millones 345 mil pesos mexicanos), mientras que el monumental cuadro Construcción en blanco de Joaquín Torres-García facturó 3.4 millones (64 millones 759 mil pesos mexicanos).
Sandías (1980), uno de los últimos cuadros frutales de Tamayo, es considerado el más famoso y admirado de la serie de sandías del artista mexicano fallecido en 1991.
Está realizado en óleo y arena de mármol sobre lienzo y mide 124 por 181 centímetros. Fue adquirido dentro del precio estimado por la rematadora de 4 a 6 millones de dólares.
“Es una obra icónica de Rufino Tamayo. Pintada al final de su vida, encarna la calidad pictórica que convirtió a Tamayo en un maestro colorista”, dijo Anna Di Stasi, directora del departamento de arte latinoamericano de Sotheby’s.
“El tema de la naturaleza muerta representó para Tamayo la alternativa al arte público patrocinado por el gobierno mexicano a través del muralismo durante gran parte del siglo XX”, agregó. “Proyectando una gran intensidad textural en la disposición de los objetos cotidianos, Sandías expresa el proceso creativo del artista y la búsqueda de universalidad en el arte”.
El récord para Tamayo en subasta es de 7.2 millones de dólares (137 millones155 mil pesos), registrado en el 2008 con el cuadro Trovador.
Construcción en blanco (1931), un óleo sobre tela de 175 por 89.5 centímetros y la pintura más grande de Torres-García que se haya visto en subasta, se vendió ligeramente por debajo del estimado, que era de 3.5 a 4.5 millones, pero aun así estableció una nueva marca para el artista.
Sobre el óleo, Di Stasi destacó que la obra del maestro uruguayo del constructivismo “cristaliza las bases teóricas de su abstracción” al integrar un compendio de símbolos dentro de la composición compartimentada.
“Presenta la cosmovisión y los ideogramas de tres reinos cósmicos: razón e intelecto, alma y emoción, y el mundo natural”, dijo. “En su totalidad, el registro de signos de Torres-García (caracol, estrella, máscara, bote, puente, pez, reloj, regla, ancla, hombre) transmite ideas y conocimientos arquetípicos, a veces superpuestos con marcadores autobiográficos que trazan su experiencia peripatética”.
La obra mejor vendida de Torres-García en subasta hasta la fecha era Composition Nord – Art Constructif, adquirida por 2.1 millones de dólares (40 millones de pesos mexicanos) en 2015.
Ambas obras eran parte de la venta primaveral de arte impresionista, moderno y contemporáneo de Sotheby’s en Nueva York, que transcurre hasta el viernes.
El año pasado Los rivales de Diego Rivera impuso un nuevo récord para una obra latinoamericana en subasta al venderse por 9.7 millones de dólares (184 millones776 mil pesos mexicanos) en Christie’s Nueva York, superando la marca previa de 8 millones (152 millones 392 mil pesos mexicanos) por el cuadro de Frida Kahlo Dos desnudos en el bosque (La tierra misma).
lar