El 16 de noviembre, fecha en que se celebra el Día Internacional del Flamenco, la compañía INTERflamenca, dirigida por Ricardo Rubio, estrenará la obra Mi temple (o) [poema escénico], un proyecto que se adentra en la sonoridad y las voces que genera el cuerpo.
En el escenario del Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Inbal, participarán para este pieza dos personas: el coreógrafo, bailaor y fundador de la compañía, así como el artista sonoro Mr. Insect.
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“En esta pieza trabajo de la mano con este músico electrónico y vamos a tener un dispositivo escénico que estará capturando todos los sonidos que el cuerpo haga, con la voz y las vibraciones, como los zapateados: esos sonidos son los que el músico va a intervenir y va hacer un archivo sonoro, con los cuales va a musicalizar la pieza; entonces, mi cuerpo y todas las sonoridades estarán intervenidos por cuatros micrófonos”, dice a MILENIO Ricardo Rubio.
Sobre el proceso creativo de la obra, hace una regresión y comenta que la idea está inspirada en una pieza corta que escribió, conformada por tres poemas que fueron trabajados en 2017.
“Para eso yo no sabía para qué servían esos poemas, solo bajaron así. Son temas en relación a la conciencia corporal: cómo nos asociamos y cómo escuchamos a nuestro cuerpo. A partir de esa obra me quedé con la inquietud y, el año pasado, me di a la tarea de hacer una pieza transdisciplinaria donde la voz y el cuerpo trabajan juntos”.
A través de esos poemas el artista se concentró en la idea de que el cuerpo tiene múltiples sonidos, no solo la voz sino diversas vibraciones, por lo que busca exponer y expandir esas posibilidades sonoras en escena.
¿Realmente escuchamos a nuestro cuerpo?, se le cuestiona. “Es complicado porque uno escucha las generalidades: sus dolores, sus signos vitales y sus deseos, pero los impulsos muy sutiles, y me refiero a cosas físicas como la palpitación del corazón, los procesos gástricos que tenemos y qué nos dicen mucho de nuestra emocionalidad, la textura muscular que tenemos, todas esas cosas que aparentemente son muy científicas nos dan una gran interpretación de quiénes somos como existencia energética, y esa es a la que casi no escuchamos, y es ahí donde queremos entrar”.
El público tendrá una participación importante porque la propuesta del también coreógrafo apela al espectador activo y a una pieza interactiva, donde el público leerá fragmentos de sus poemas.
“Yo creo que el trabajo escénico lo hacemos todos, incluido el público, porque todos estamos vibrando y generando una comunicación biológica y energética; de tal forma que en este trabajo me di a la tarea de que evidenciemos que todos somos parte de ese gran colectivo, para conocer en el espacio escénico qué es el cuerpo y conocer lo divino que tiene el arte”.
Sobre la relación del movimiento, la música, el cuerpo y el flamenco, Ricardo Rubio asegura que con este proyecto descubrió “cómo la palabra puede generar impulsos emocionales que no tienen que ver con una narración sino con un deseo de gritar las palabras que nacen de tu cuerpo. El flamenco es muy ruidoso y siempre estamos hablando y gritando, haciendo palmas, aleando y todas esas cosas; esa sonoridad contextualizada en este ritual escénico contacta con los templos que hay en el cuerpo. Estoy intrigado de cómo contactará la gente, con la voz y con el cuerpo”.
Mi temple (o) [poema escénico] se estrenará en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque. Serán cuatro funciones, del jueves 16 al domingo 19 de noviembre.
PCL