Teoría de los cerillos: combustión hecha arte

La muestra exhibida en las vitrinas de la estación Barranca del Muerto de la Línea 7 del Metro no solo es una contemplación e interpretación del cerillo, herramienta inventada alrededor del siglo X, sino que llega a ser también una representación de la cultura popular mexicana con marcas como La Central, que apostaron por un esquema en mostrar tradiciones como el paisajismo.

Teoría de los cerillos es la muestra del artista plástico Luigi Fantini, que consta de 56 piezas de 40 x 30 centímetros en acrílico sobre MDF (Medium Density Fibreboard, tableros de fibras de densidad media).

“Mi inquietud por observar y analizar los cerillos surge de ese momento efímero y a veces sorpresivo que da el encenderlos, porque siempre es una experiencia diferente”, dice el artista.

“La gran distribución a escala nacional de las cajas de cerillos hace que la gran mayoría de los mexicanos reconozcamos las cajas y hasta admiremos ese pequeño elemento de la cultura popular”, señala el autor mexicano-italiano.

El proceso creativo de Fantini consistió principalmente en explorar distintas formas de abordar una pintura con los mismos recursos y un mismo tema. En un inicio optó por hacer algunas fotografías como referencia, lo cual no tuvo los resultados deseados debido a la rápida velocidad y al diminuto tamaño de los objetos, dando un resultado difícil y laborioso, por lo que decidió plasmar desde su imaginación y observación.

“Mi mayor asombro al observar un cerillo ha sido lo diferente que puede ser cada uno de ellos, desde que se toma de la caja hasta el momento en que es únicamente ceniza y carbón. Así como somos las personas, los momentos y las vivencias”, dice.

En esta serie, Fantini se apropia de objetos reconocibles para darles un nuevo significado. En este caso, su obra nos habla de lo efímero en la combustión, un momento inasible como es la ignición de ese objeto. Entonces, se apropia del elemento cotidiano, lo observa y lo retrata a detalle, logrando con sus pinceladas momentos casi fotográficos.

En busca del antirretrato y el antipaisaje, el artista hace una sutil crítica social, tomando en cuenta que su personalidad irónica e irreverente es una constante en su obra y que lo mantiene en análisis de sí mismo para jamás subestimar a sus espectadores.

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