Definitivamente el impacto de The Beatles trasciende su música; el legado del cuarteto de Liverpool es amplio: el cine, la pintura, la moda, el cine, el teatro, en la fotografía. En esta última, sus creaciones tuvieron un impacto por sus canciones, pero también por el arte: Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, Let it be o Revolver, son referencia cultural, sin embargo, quizás la más imitada es la de Abbey Road el undécimo álbum de The Beatles.
El 8 de agosto de 1969, John, Paul, George y Ringo posaron varias veces para la cámara del fotógrafo Iain Macmillan, y el retrató ‘ganador’ fue el de los cuatro músicos cruzando en fila un señalamiento en el pavimento afuera de los estudios de grabación de EMI.
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Este retrato volvió al sitio, la calle Abbey Road, un lugar de peregrinaje para los fanáticos de la banda, quienes acuden con el objetivo de recrear la portada de sus ídolos.
"Recuerdo que contratamos a un policía para detener el tráfico mientras yo estaba en la escalera tomando las fotos", contó Macmillan en 1989 durante una entrevista para The Guardian.
“Toda la idea, debo decir, fue de Paul McCartney. Unos días antes del rodaje dibujó un boceto de cómo imaginaba la portada, que ejecutamos casi exactamente ese día”.
En dicha charla, el fotógrafo, fallecido en 2006, también contó que ese día tomó “un par de tomas cruzando Abbey Road en un sentido. Dejamos pasar parte del tráfico y luego cruzaron la calle en dirección contraria, y tomé más fotos. La que finalmente se eligió para la portada fue el número cinco, de seis. Era la única donde tenían las piernas en una perfecta formación de V, que es lo que querían estilísticamente”.
La foto no solo generó mucha atención en los músicos, también en los elementos alrededor, por ejemplo: el carro Volkswagen cobró relevancia principalmente por su placa, LMW 281F, que algunos tomaron como un mensaje encriptado sobre la supuesta muerte Paul.
Destaca que esta portada – y el concepto del disco en general – iba a ser de otra manera, pues The Beatles al principio consideraron llamar al disco Everest, porque esa era la marca de cigarrillos que fumaba Geoff Emerick, uno de sus más estrechos colaboradores en los estudios de Abbey Road. Entonces, pensaron en viajar a Nepal para fotografiarse junto al pico más alto del mundo.
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