Orgullo es la palabra con la que califica su producción “The best day on my life”, misma que estrenó hace dos años en España el director Fernando González Molina, quien se encuentra en México para promocionar este film que nació para conmemorar el World Pride, conocido como Orgullo Mundial, un evento para promover a escala internacional la normalización de los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero, travestis e intersexuales (LGBTTTI).
Señaló que sería importante que en Hidalgo se apruebe la iniciativa de reforma para que las personas transexuales y transgénero puedan acceder a la corrección de nombre y género en sus actas de nacimiento, misma que esperan sea probada en estos días.
“Sería extraordinario que no sólo en Hidalgo, sino en México y en el mundo se siga luchando por el derecho a la identidad, es por eso que se hace un llamado a los gobiernos para que escuchen a la gente, y que la comunidad siga manifestándose, que abogue por sus derechos a golpe de gritos”.
“El mundo en general debería ser la tierra prometida para todos, porque ahora luchamos por todas partes. Vivo en Madrid desde hace 40 años, un lugar donde también se ha alzado la voz para conseguir la igualdad y para mí es el lugar ideal, aunque falta mucho por hacer”, indicó en entrevista telefónica.
“The best day on my life” se estrenó este miércoles en la Ciudad de México, y aunque no llegará a Hidalgo, indicó que podrá verse a través de televisión por cable, o ser solicitada al periódico El País para ser difundida en diferentes partes del mundo.
“Esta película quiere retratar de forma luminosa, cómo son las vidas de sus seis protagonistas, y cómo sus esperanzas para un futuro mejor y más pleno se dirigen y confluyen en la ciudad de Madrid, en el verano de 2017, en el mejor día de sus vidas. Cuatro homosexuales y dos transexuales nos cuentan su vida cotidiana, de sus luchas y sus temores; nos hablan de su familia y de sus amigos, de quiénes siguen en su vida y de quiénes sean quedado atrás al descubrir sus verdaderas identidades, de aquellos a los que nunca pudieron contárselo”.
La emoción de este largometraje, que se desarrolla en Madrid, España, se intensifica gracias a la música compuesta por el madrileño Lucas Vidal, reconocido por su trabajo en la producción cinematográfica del país.
“Uno de los elementos más cuidados de la película es su fotografía, a cargo de Antonio Pareja. La película ha sido íntegramente rodada en 4K y tiene una duración de 110 minutos”.