Seguramente has escuchado de aquel día en el que llovió como nunca antes en la Ciudad de México, luego de que decidieran retirar a Tláloc, el dios de la lluvia, de su lugar de origen, Coatlinchan. Para trasladar a esta deidad se necesitó una plataforma rodante con 64 llantas para poder soportar a la enorme escultura; sin embargo, una disputa de aquellos tiempos entre historiadores podría poner en duda que la pieza que alberga el Museo Nacional de Antropología sea Tláloc.
De acuerdo con el libro Mentiras y Verdades en la Arqueología Mexicana de Eduardo Matos Moctezuma, hasta el momento no se tiene certeza, aunque sí varias hipótesis, de que la deidad que te da la bienvenida al museo de Antropología es Tlaloc, esto debido a una discusión entre historiadores.
Comencemos por presentar a Leonardo Batres, un afamado arqueólogo que se encargó de la recuperación de una de las zonas arqueológicas más conocidas en el país: Teotihuacán, bueno el historiador tenía un problema con Alfredo Chavero, quien hace una referencia sobre el monolito de Coatlinchan publicado en el tomo I de México a través de los siglos.
"Se trataba de una estatua colosal de Chachiuhtlicue, de 7 metros de altura, 3’80 de ancho y 1’50 de espesor, que es el ídolo antiguo más grande que conocemos [...] tiene destruidas las manos y estropeado el rostro [...] Tiene además el inmenso monolito en las manos un instrumento, que parece debía sonar soplando en él".
Con tal afirmación, Leopoldo Batres no lo iba a dejar así, por lo que inicia la excavación del monolito el 10 de junio de 1903 y encuentra un piso sobre el que debió de asentarse la escultura, donde halla huesos de niños y juguetes de barro colocados frente a la figura, por lo que concluye que se trata de Tlaloc.
El historiador argumenta que lo que porta la escultura es un máxtlatl, una prenda masculina y agrega que Chavero trastorna los sexos, pues la estatua encontrada en Coatinchán pertenece al sexo masculino y no al femenino.
"Este descubrimiento nos daría el derecho de creer que se trata de un Tláloc, puesto que junto a él se encontraron ejemplares del tipo del género de víctimas que le sacrificaban"En su argumento, Batres refiere que existen otros elementos en los que se equivocó su colega Chavero como las medidas exactas de la monumental escultura o que el historiador decía que pertenecía a la cultura mexica cuando Batres mencionaba que tenía un clara relación con la tolteca.
Por su parte, el historiador Eduardo Matos Moctezuma refiere que es curioso que Leonardo Batres no la compare con la enorme Chalchiuhtlicue que él trasladó en 1890 desde Teotihuacan al Museo Nacional, pues quizá éste sería el monumento con el que podría compararse tanto por su tamaño y peso (se le calcularon 21 toneladas) como por algunos rasgos del trabajo en piedra que guardan cierta semejanza.
bgpa