El pan de muerto es típico de México en el último trimestre del año, al igual que el dulce de alfeñique. Ambas expresiones culinarias fueron fusionadas por María de Jesús Cedillo, originaria del Estado de México, quien encontró en la repostería un refugio durante el aislamiento provocado por el covid-19.
Ella junto con su madre y hermanas decoran el pan de muerto con los detalles clásicos de una calaverita de azúcar o de chocolate, aunque también toman elementos del alfeñique, el cual tiene una feria en Toluca que se realiza cada año.
“Esta idea surgió porque se nos hizo una muy creativo juntar ambas partes que son muy características del Día de Muertos, tanto el pan de muerto como las calaveritas de azúcar”, expresó.
Por dentro, el pan de naranja es esponjoso y tiene toques de mantequilla como una receta tradicional, pero por fuera cambia, si bien mantiene su forma para ser colocado en las ofrendas, la superficie es adornada con azúcar o dulce de alfeñique, lo que sin duda evoca a las figuras tradicionales.
Idea en medio de la crisis
El encierro provocado por la pandemia afectó a la población financiera y psicológicamente, pero en otros casos detonó expresiones de creatividad. En este sentido, María, licenciada en Turismo, vio en la crisis la oportunidad de tener un empleo y ofrecer algo distinto.
“Empezamos en 2020 a hacer nuestras primeras pruebas, nuestros primeros panes, pasteles y poco a poco fui sacando el producto, pero hasta este año empezamos a vender y este es nuestro primer año como vendedoras de pan de muerto”.
Y agregó: “Estamos siendo la novedad, todavía somos un emprendimiento emergente, todavía estamos teniendo esta curva de que estamos creciendo, sigue llamado la atención este producto; sin embargo, tratamos de estar innovando nuestros productos para destacarnos”.
Apoyo familiar
Junto con su familia fundó “Kichaliaa” y ellas se encargan de la producción y detalles del pan. “Esto es una empresa 100 por ciento familiar, todas tenemos nuestro rol dentro. Una se encarga de hornear el pan, de amasar; la segunda se encarga de armar el pan; y la tercera de decorar, entonces siempre estamos tratando de que todas estemos involucradas y siempre nos esforzamos para ofrecerles lo mejor”.
Una de las impulsoras de la propuesta es Claudia Velazco García, madre de estas jóvenes mexiquenses y quien considera que es bueno ver cómo el emprendimiento de su hija se materializa y llama la atención de la gente.
“Para mí es muy gratificante ver cómo va evolucionando el negocio y sobre todo, pues apoyar también en ese emprendimiento para que salgan adelante”, y agregó que la repostería siempre la hicieron como una afición. Realmente es por gusto, pues como probando y ahí vamos a experimentar y vamos a hacer esto y vamos a hacer lo otro y ya después podemos ver un beneficio”.
María de Jesús Cedillo sostuvo que uno de los canales para contactarlas son sus redes sociales, por lo que la producción opera bajo pedido, aunque también los ofrecen en distintos espacios en el centro de la ciudad.
KVS