Compañía de Danza Contemporánea 30-11 se presentará en el Teatro Nazas

El programa que presenta esta joven compañía se denomina “Las vírgenes terrestres” y podrá apreciarse el próximo 2 de abril.

Compañía de Danza Contemporánea 30-11 se presentará en el Teatro Nazas. (Cortesía)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

Con una propuesta artística que desplegará su energía en la danza contemporánea y que hará un recorrido por la violencia de género hasta llegar a los feminicidios, la Compañía de Danza Contemporánea 30-11 se presentará en el Teatro Nazas recordando el discurso portentoso de Enriqueta Ochoa.

El programa que presenta esta joven compañía se denomina “Las vírgenes terrestres” y podrá apreciarse el próximo 2 de abril a las 19:30 horas con boletos disponibles en la taquilla del teatro. Una segunda función se ofrecerá el 23 de abril en el Teatro Alberto M. Alvarado en Gómez Palacio, contando con la participación especial del músico Alejandro Cárdenas.

Las impulsoras de este esfuerzo dancístico son Daniela Guzmán y Victoria Pérez, quienes egresaron de la licenciatura en el año 2018 y de inmediato fueron contratadas como maestras de la Escuela Municipal de Danza Contemporánea de Torreón y en la Compañía de Danza Contemporánea Mezquite. Sin embargo, el impulso llevaría sus pasos a crear un propio camino artístico.

En entrevista las jóvenes bailarinas indicaron que el nombre de su compañía se ideó cuatro años atrás, pero debieron pasar tres años para confirmar, tras un ejercicio de gran experiencia laboral, que tenían otras inquietudes coreográficas y artísticas.

“Tenemos la necesidad de crear, de hacer nuestro propio trabajo porque sí está muy bien bailar lo de otros coreógrafos, aprender, porque aprendimos mucho del maestro Jaime Hinojosa pero en determinado momento como creadores tenemos la necesidad de hacer nuestra propia propuesta, de explotar las posibilidades como bailarinas y coreógrafas”, precisó Victoria Pérez.

El nombre de 30-11 es en realidad un salmo que celebra a la danza como gracia divina, “Has cambiado mi lamento en baile. Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría”. Con él se abren camino estas jóvenes artistas.

Daniela Guzmán confirma que durante el tiempo invertido en la Compañía Mezquite se acumuló una valiosa experiencia al pisar varios escenarios locales y salir de gira. El siguiente paso que se dio de forma natural fue despedirse al cierre del año pasado para tomar una nueva ruta.

“En este momento están surgiendo otras propuestas y qué rico que haya más danza y que la gente pueda ver diferentes manifestaciones artísticas. Por eso el sábado 2 de abril a las siete y media presentamos un programa en el Teatro Nazas que se titula Las vírgenes terrestres, inspirado en el poema de Enriqueta Ochoa. Nos sentimos muy identificadas con ella y su poema que oscila entre la carencia, la rebeldía y la necesidad que tiene de hacer otras cosas”, precisó Daniela.

La poeta rasga el texto en Las vírgenes terrestres con verdades que en su tiempo eran soterradas. El ser una mujer buena y decente consistía en no pensar, no sentir y no existir. Enriqueta Ochoa, certera, dejaría constancia escrita de que las palabras entre la sociedad debían morderse, acallando al instinto desatado para ahogar el violento delirio del deseo.

Y también estableció que el cuerpo, como territorio conquistado, pide su eternidad en otro cuerpo, pero el de las vírgenes se mantiene cerrado, ignorando el cómo se penetra el suelo para dejar la semilla, el surco dorado ante la siembra. Inhabitable para sí mismas y para los otros. Violencia que exigía obediencia y silencio.

“Lo nuestro no es un grito de rebeldía pero sí una necesidad de crear nuestro propio lenguaje. El poema abarca también lo que se piensa como la sumisión de la mujer, de las tradiciones paternas y es un grito de liberación, y el programa lo quisimos adecuar porque nos dimos cuenta de que ella decía en palabras lo que nosotras queríamos bailar”, compartió Victoria Pérez

Con coreografías del maestro Jesús García, la compañía aborda el concepto de la represión y los feminicidios que ocurren en todo el país y que han impulsado luchas feministas, como la que con constancia ejercen Madres Poderosas en la Laguna para visibilizar el problema y llevar los juicios a la conclusión con una sentencia que pese a todo, jamás podría reparar el daño.

“En el trayecto del programa presentamos la vida de algunas de las mujeres que han sido asesinadas. La mujer no sólo es un objeto, tiene una vida, una historia y necesitamos sensibilizarnos. Hay una historia detrás de esas personas: luchas, batallas, logros, objetivos, metas y sueños, por eso cerramos con una coreografía que se titula Viejas causas, cánones hostiles”, acotó Daniela Guzmán.

La propuesta vuelve entonces suyos los problemas partiendo del ser, del yo, la primera persona. Y luego expande el espectro para exponer cómo la sociedad vislumbra casi en parsimonia el ataque hacia las mujeres que concluye muchas veces en muerte aunque sean ellas las que mueven el mundo.

Es a través de la danza que el ejercicio entonces permite recobrar esas voces de una manera sensible, a través del arte y se transforma en el primer manifiesto de la Compañía 30-11.

En la mesa de trabajo, sus integrantes se enfocaron en reivindicar así la vida de algunas de las víctimas que cayeron en la frontera y a las cuales se les dio el nombre común de las Muertas de Juárez. Y es a través de su danza que se contarán las historias, colocando el énfasis en que la mujer no ha disfrutado un sentimiento de igualdad con los hombres aún, pero no ha renunciado a ello.

EGO

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