La Colección MILENIO Arte alberga dentro de sus exposiciones a artistas de renombre pero también a jóvenes exponentes que con su talento y disciplina se posicionan dentro de las salas de exposiciones locales, nacionales e internacionales, es el caso de la artista Elisa Salas, una de los 38 artistas que participaron para conformar la exposición El Arte de la Canción.
Ella colaboró con dos canciones, una que le era muy conocida, ya que en su adolescencia la escuchó en múltiples ocasiones y sitios: “Te extraño, te olvido, te amo”, de Carlos Lara, compositor originario de Torreón, y “La felicidad” de Feliza Garza.
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“Envié mi trabajo por correo electrónico, entonces estaba todavía Aldo Hinojosa porque había una convocatoria para revisar propuestas de artistas emergentes. Tengo 34 años y he trabajado en dos exposiciones con MILENIO Arte", comentó Elisa Salas.
“El proceso creativo desde que me dieron las canciones consistió en vislumbrar lo que yo sentía con las letras, por lo general, como yo trabajo con texto y con volúmen, a veces me pasa que tengo primero el texto y entonces imagino el volumen a lo que esté adecuado a lo que yo siento, y a veces es al revés y tengo la imágen en la cabeza y el texto lo voy acomodando, así hago los caligramas”, aseveró Elisa Salas.
Los caligramas es un tipo de poesía en el que lo escrito va dibujando una imagen alegórica, es decir, las palabras del poema conforman una imagen concreta, es por ello que se considera que los caligramas son parte de la llamada poesía concreta o poesía visual.
Para la canción de Lara, apuntó la artista, primero hizo el dibujo con achurado para que funcionara como un mapa de las sombras y luces para colocar las palabras que formarían la imagen.
“Por ejemplo la canción de Carlos Lara, Te extraño, te olvido, te amo, cuando yo iba a la prepa estaba muy de moda, entonces la tenía muy presente y pues siempre que la escuchaba me imaginaba un cuarto oscuro y una persona flotando en posición fetal, además a mí me encanta el dibujo del desnudo, siempre que tengo la oportunidad voy a espacios donde se hace drink and draw o se toma té y se dibuja" expresó Elisa Salas.
"Desde que estudié escultura en Italia, que tuve anatomía y muchos dibujos de desnudo, me enfoqué en eso e incluso antes cuando era alumna de Pablo Szmulewicz, iba con él a tertulias, a espacios de dibujo del desnudo, entonces, algo de lo que más me fascina a mí dibujar es el cuerpo humano y la canción tiene que ver con la vulnerabilidad del ser por eso lo imaginé como si quisiera estar dentro de un útero, en posición fetal protegiendo sus entrañas” declaró la artista.
Elisa Salas dijo que por lo general realiza los caligramas de manera apolínea y la otra dionisiaca. En la primera se concentra en hacer lo que exactamente hizo en un dibujo generando mucha estructura con el achurado y simetría. En la segunda es más libre y se orienta al garabato; no obstante es allí donde la artista canaliza energía para hacer la caligrafía, con las palabras que ella invoca.
“Para mí es muy importante la palabra porque es vibración y sí pienso que nos puede transformar a los seres humanos. Nos puede sanar o destruir. La palabra para mí lo es todo por eso incluso intento no decir groserías en el día a día porque cuando me enojo sí las digo, entonces tienen más intensidad”, dijo la artista, quien ganó concursos de filosofía en la Universidad Panamericana y estudió un diplomado de composición literaria en la Sociedad General de Escritores de México, la SOGEM.
“Con la canción 'La felicidad' fue un proceso diferente porque es una canción que no es de mi generación, sin embargo me pareció muy interesante, la estuve escuchando muchas veces hasta entender su esencia", indicó Elisa Salas.
“Y algo padrísimo de esta experiencia ha sido tanto conocer a Carlos Lara como a Felicia Garza que, la conocí en la pandemia y la entrevista fue virtual, sin embargo eso no me eximió de percibir una esencia tan original, libre, tan llena de gozo y ganas de vivir; es una persona muy culta que le desbordaba la poesía hasta por la piel, para mí fue una experiencia muy rica porque estoy obsesionada con la poesía y la busco en todo”, mencionó la artista.
Elisa dijo que se comprometió cuando leyó el siguiente párrafo: “¿Quién tiene más miedo, el niño que teme a la noche, o el hombre ignorante que teme su suerte?”. Y fue por ello que decidió que en el caligrama estuvieran los extremos de la vida a través de un viejo y un pequeño, eterna dualidad del desarrollo y el declive pero también de la inocencia y el asombro desde cualquier tiempo. En la obra la poesía fue dibujada como un barco de papel que el niño se puso de sombrero.
“Muchos dicen que la forma como los adultos pueden sentirse plenos o felices es cuando recurren a su niño interior y pues se me hace interesante relacionarlo con la creatividad porque dicen que el artista es más genuino cuando recurre a sus ideas más primitivas y menos conscientes o racionales”, expresó Elisa Salas.
ARG