Prolífico y disciplinado. Con estos adjetivos se puede describir el quehacer literario del escritor Gilberto Prado Galán, quien visitó Torreón, de acuerdo a sus palabras, para hacer un triple play. Es decir, presentar en el Teatro Isauro Martínez el libro El ancla y el mar. Presentar en la Casa Mudéjar el libro El gallo Esculapio, grandes médicos de la historia y también para estar presente en la ciudad donde se realizó el partido de ida entre el Santos Laguna y el Cruz Azul.
“Vine a presentar dos libros pero mañosamente, de manera artera puse las presentaciones en estas fechas porque intuía que el Santos iba a avanzar y esa fue una de las razones poderosas por las que me decanté a presentarlos en estas fechas y no postergarlo y fíjate que coincidió que estamos en la final y la verdad que puedo hacer el triple play.
“Soy fánatico del Santos Laguna desde hace muchísimos años por múltiples razones, entre otras porque mi cuñados y mi mujer que en paz descanse se apellidan santos y eran santistas de hueso albiverde, entonces yo soy santista también por esas razones. Yo creo que desde antes del 96 con aquel triunfo con el gol de Jared Borgetti, polémico, pero desde ahí; desde el primer campeonato hasta la posible conquista de la séptima estrella”.
Presa de la 'Santosmanía'
Antes de conversar sobre sus libros se le preguntó el posible marcador. Y aunque dijo que habría que sacar las castañas del fuego para llevar un buen resultado a Ciudad de México, acertó al decir que el marcador estaría muy sufrido, cosa que ocurrió, pero se equivocó al intentar predecir un 1 a 0 a favor de los guerreros. Ya se verá en la final de cuál cuero saldrán más correas, como dicen en los ranchos.
“No está fácil la empresa porque Cruz Azul fue súper líder y tienen una sequía de títulos y tienen hambre de ganar un campeonato y yo respeto mucho a la afición cruzazulina, ya les ganamos una final con aquel gol de Daniel Ludueña y entonces no está fácil para el Santos sin embargo la gente, yo voy al centro de la ciudad y de cada cinco personas al menos una trae un emblema santista, un brazalete, una pulsera, una camiseta o un cubrebocas o mascarillas como les llaman del otro lado del charco. Entonces pienso en que hay mucha fe y que Santos puede ganar su séptimo título. Y estoy en esa misma sintonía”.
Doble presentación
El ancla y el mar lo presentaron César Alejandro Quiroz y Héctor Matuk en el TIM, y refiere el cuento El Aleph, de Jorge Luis Borges, en tanto que El gallo de Esculapio, grandes médicos de la historia, presentado por Javier Ramos Salas y Gustavo Mendoza, Prado Galán lo escribió después de sufrir la pérdida de su esposa.
“A mí lo que me ocurrió es que yo tenía mucho enojo tras mi pérdida e iba escribir un libro contra los malos médicos pero le di la vuelta al partido y decidí hacerle un homenaje a los doctores que no dan malos diagnósticos. Como dijo un columnista, me ganó la bonhomía, el optimismo que siempre he tenido, que es uno a prueba de reveses y adversidades y ahí la llevo”.
Al autodefinirse, Gilberto Prado apunta sentirse más productivo que nunca y de Antonio Machado recupera una idea que retoma para darse cuenta del valor del aquí y el ahora: no goza de lo que tiene por el ansia de lo que espera. Así se ha volcado en la escritura, que se publica con el apoyo de instituciones educativas públicas y privadas.
“Viene otro libro con la Universidad Autónoma de Querétaro, donde abordo dos de los más grandes poemas en la historia de la lírica mexicana, Primero Sueño, de Sor Juana y Muerte sin fin de José Gorostiza, viene ese libro bífido, tiene dos caras. Ese apenas se va a publicar pero quiero decir que me hace mucha ilusión que este libro aparezca por todo el empeño y esfuerzo que hice para analizar esos monumentos poéticos mexicanos”.
Escritor a tope
Durante la pandemia, Gilberto Prado Galán logró escribir cinco libros. En desorden, una antología palindrómica (Tu mamá mamut) que podría publicar la Secretaría de Cultura de Coahuila y que sería acompañada por un nuevo superhéroe mexicano: "Palindroman" que lucha por la simetría.
Asimismo se contabilizan los dos títulos que presentó en Torreón; El futbol a sangre y fuego, y una narrativa poética sobre la relación amorosa que construyó con su esposa Leticia Santos Campa.
El ancla y el mar fue publicado por dos universidades, la Iberoamericana Torreón y la Universidad Autónoma de Nuevo León y el escritor dijo que esta conjunción de esfuerzos se la debe a su amigo y colega Jaime Muñoz Vargas, quien tiene una excelente relación con ambas instituciones y fue el eslabón para que apareciera el título.
Frente a la viudez
En cuanto a la pérdida de su esposa Leticia, el escritor comenta que ahora vive un alivio de luto, nunca total porque fueron 32 años de relación y además vive una avalancha cotidiana de recuerdos y un vendaval de reminiscencias que pueblan su herida. La permanente presencia de la ausencia.
“Siempre pienso en la frase del arquero divino de Amado Nervo que dice que un hombre envejece cuando cree que su futuro ya no puede ser mejor que su pasado, entonces creo que mi futuro está cargado de proyectos, afortunadamente y puedo todavía entregar más a la literatura, a la vida y a los demás.
“Me gusta también una frase de Eduardo Galeano en un libro que se llama Vagamundo, y dice en ese libro, que la subrayé porque me gustó mucho, claro, se subraya con lápiz para no averiar los libros, pero Galeano dice: A este mundo se viene a entregarse, a darse a los demás, a este mundo no se viene a ganarle a nadie. Me gusta la frase porque en la medida en que haces felices a los demás, qué otra cosa es ser feliz sino hacer felices a los demás, en esa medida vas ganando el famoso miligramo de la felicidad humana”.
Es por ello que ahora escribe el que considera deberá ser el libro más importante y se basa en la relación con su Lety. Y el escritor nos brinda la primicia que llevará por título Ella era el jardín.
“Es un libro donde vierto todo lo que he sido y lo que fui con ella, lo que sigue siendo como una lámpara en mi vida. A pesar de la ausencia ella era el jardín. Yo me apellido Prado y no tiene nada que ver pero por alguna razón el inconsciente trabaja y yo bauticé ese libro como Ella era el jardín, y aunque no tengo casa editora todavía, pienso que es uno de los libros más importantes en mi producción y en mi carrera”.
RCM