Girobass, música y carpintería en la misma sintonía

Historia

Gabriel Iván Robles Ortega, contrabajista de la Camerata de Coahuila, combina ambos conocimientos para fabricar artículos de madera con su propio sello.

Gabriel fabrica desde bancos, bases para contrabajo, para violín, viola o violonchelo. (Rolando Riestra)
El músico fue el encargado de adaptar el escenario de la camerata ante la nueva normalidad. (Rolando Riestra)
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila /

Para ser un buen músico se requiere de pasión, constante preparación, dedicación y tiempo, lo mismo aplica para ser un buen carpintero, es el caso del contrabajista de la Camerata de Coahuila, Gabriel Iván Robles Ortega, quien hace un par de años creó la marca de accesorios de madera “Girobass”, acrónimo de su nombre y de su instrumento musical.

Su oficio como músico es acompañado del amor que le tomó a la madera en los últimos años, de la cual, aprovecha su nobleza y maleabilidad para fabricar objetos útiles en el gremio musical.

Fabrica desde bancos, bases para contrabajo, para violín, viola o violonchelo; charolas para colocar accesorios, atriles de madera, soportes para celulares, entre otras piezas únicas que son elaboradas de acuerdo a las necesidades de cada músico. 

Girobass es el sello con el que fabrica sus accesorios. (Rolando Riestra)
“Esto tiene mucho que ver con la música ya que lo que me gusta hacer es crear artículos para músicos con accesorios musicales. Con esto pongo en práctica mi pasión por la madera y por otra parte ayudo a mis compañeros músicos, porque tenemos que comprar accesorios que no venden en México. Podría decir que soy de los pioneros en este tipo de accesorios en el país”.

Más trabajo ante pandemia

Incluso, ante la nueva normalidad por la pandemia de covid-19, Gabriel Robles fue el encargado de crear las mamparas de protección entre cada músico de viento, y actualmente forman parte del mobiliario de la Camerata de Coahuila en la temporada Otoño Invierno 2020.

Productos de un músico para otro músico, de alguien que entiende sus necesidades, así describe su labor el nacido en el entonces Distrito Federal, con estudios de música en Chiapas y en la Universidad Veracruzana.

“Son productos que nacieron a base de necesidades mías como músico, cosas que inventé y que le gustaron a la gente. Ahora tengo la posibilidad de compartirlos y ponerlos en venta, con la filosofía de que siempre sean más baratos que los que yo pudiera conseguir en otro lado”.

Fue en su hogar que adaptó un estudio donde practica sus piezas preferidas y las que va a interpretar frente al público, además de un taller de carpintería construido por él mismo en su patio. Allí dedica horas a este hobby convertido en toda una pasión, la cual inició a base de tutoriales en internet hace más de 10 años.  

Gabriel adoptó un espacio de su casa para usarlo como taller de carpintería. (Rolando Riestra)

Carpintero autodidacta

Primero utilizaba la página llamada “Ares” para descargar videos con tutoriales básicos de carpintería, luego fue el Youtube; plataformas que Gabriel aprovechó para aprender nuevas técnicas y a conocer las diferentes herramientas que mejoren sus trabajos. 

Sus inicios en la música se remontan a cuando formó parte de diferentes bandas de rock, en las que era especialista en el bajo, luego, al entrar a la universidad no dudó en elegir al hermano mayor de tal instrumento para que formara parte de su vida como una extensión de su cuerpo, el contrabajo.

Actualmente lleva 17 años en el puesto de contrabajista de la Camerata de Coahuila, al mismo tiempo de vivir en tierras laguneras, luego de ser seleccionado en un casting proveniente de la Universidad Veracruzana.

En su estudio musical cuenta con cinco de los también llamados “tololoches”, contrabajos que ha guardado al paso de su trayectoria en la música clásica, incluso a uno de ellos lo llamó Fernando, además del “Estrada”, en honor a quien elaboró cada pieza, David Estrada. 

El músico fue el encargado de adaptar el escenario de la camerata ante la nueva normalidad. (Rolando Riestra)

Ya sea “pizzicato”, pellizcando en las cuerdas, o con el arco de madera con cabellos de cola de caballo, Robles se ha especializado en el manejo de uno de los instrumentos de cuerda que emiten sonidos de los más graves, un sonido que hace vibrar el cuerpo de quien lo toca. Así, al paso de los años ha vivido infinidad de experiencias y sensaciones, desde dulces como terminar con éxito cada concierto y conocer a personalidades famosas en el mundo musical, como no tan agradables como lo es que un contrabajo se rompa.

¿Te llegas a encariñar con el contrabajo?

Claro que me encariño. Representa mi voz, es mi garganta, y si quiero expresar algo triste o alegre lo hago pues el instrumento es mi medio de expresión.

¿Te gustaría incursionar en la creación de instrumentos musicales de madera?

Sí me gustaría, pero creo que la laudería es una profesión muy delicada en la que creo que hay que estudiar mucho más. Ahí no sólo implica manipular o cortar una madera, la laudería es arte por la perfección con la que se trabaja, le tengo mucho respeto y además no tengo la paciencia ni el tiempo para dedicarme ahora a eso.

RCM

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