El pintor y caricaturista Eduardo 'Guayo' Valenzuela ha desarrollado un discurso plástico propio pero al mismo tiempo ha visto en la enseñanza un vehículo que le permite por un lado estar cercano a las problemáticas sociales, y de igual forma disfrutar de la cercanía con niñas y niños que le muestran la forma en que ellos saben observar sus realidades.
A través del dibujo y la pintura y desde el tiempo de mayor violencia vivida en la Comarca Lagunera, Guayo se acercó a la docencia y lo que descubrió le cambió la panorámica personal. Aunque la incidencia delictiva en Torreón disminuyó considerablemente, el artista decidió continuar con su labor como docente.
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“Estoy dando clases de pintura en las escuelas primarias alrededor de la planta de Peñoles, en sectores o colonias populares; este trabajo lo paga la empresa y el proyecto ya tiene cuatro años. Estoy muy contento porque tengo relación con niños más o menos de 9 a 12 años; es bastante divertido trabajar con los niños cuando te gusta, necesitas tener una cierta vocación y paciencia pero de alguna manera el entrar a una escuela te da más seguridad".
“Cuando iba al Cerro de la Cruz era un poco más aventurado, se disfrutaba de cierta manera, sobre todo cuando entré a ciertas colonias en la época de violencia, ahí fue interesante, de mucha adrenalina, pero ahora es más ordenado. Entonces me topaba con niños de todo: explosivos, violentos, buena onda, de todo. Y ahorita estar en una escuela le da otras características a los niños y puedes manejar la enseñanza mejor”.
A pesar de que los tiempos y los espacios son distintos, el común denominador es que Eduardo Valenzuela acude a sectores donde los niños con mucha dificultad pueden acceder a clases de arte. Sin embargo, el artista dijo que esta situación se percibe como un déficit de la propia región, que se esmera en generar perfiles de técnicos pero no fomenta la educación cultural.
“Yo creo que menos en La Laguna, no hay una educación cultural… bueno, hay sectores en la sociedad que ya medio lo tienen pero yo creo que la mayoría no, y en colonias populares menos; existe esta necesidad en todo ciudadano o ser humano de cualquier parte del mundo pero en estas colonias muchas veces sí hay carencias económicas y eso impide que el niño acceda con facilidad, es más bien raro”.
Trata de motivar a los niños
Este artista va tan lejos como pueda con sus alumnos de tal suerte que no sólo les enseña a expresar sus ideas a través del dibujo y la pintura, sino que también los motiva a entrar a competencias donde queda de manifiesto su talento a la hora de obtener el reconocimiento.
De esta manera ha impulsado a los menores a participar en el certámen Pinta tu música, que cada año convoca la estación Radio Torreón. Al menos diez niños han ganado en la competencia de la mano de Guayo.
“Yo creo que igual en todo sector social de La Laguna hay talento, hay niños muy talentosos, que tienen muchas ganas de aprender y es impresionante ver cómo se desarrollan rápido, en meses. De ser un niño que no dibujaba nada de repente tienen un desarrollo explosivo y dibuja o acuarelea muy bien. Yo, si tuviera capacidad, los becaba a todos ellos y los pondría a estudiar en forma para conseguir buenos pintores”.
Educación artística
Guayo Valenzuela dijo que educar a un niño o niña en el arte no garantiza que a futuro se cuente con un artista pero lo que sin duda se obtiene es que se desarrollen como personas logrando ser sensibles, más humanos y respeten su entorno, siendo buenos ciudadanos, sin descartar los beneficios de establecer disciplina.
Sobre lo que se puede esperar del Centro Cultural del Norte, que impulsa el ayuntamiento de Torreón a través del Instituto Municipal de Cultura y Educación, Eduardo Valenzuela dijo que en la ciudad existe desde hace mucho tiempo la necesidad de contar con centros de enseñanza y capacitación artística a nivel profesional.
“Cualquier intento serio yo creo que se agradece. Los profesores, a muchos los conozco, son raza eficiente y capacitada. Yo creo que cualquier persona que entre (al Centro Cultural del Norte) no va a ser decepcionada. Torreón por fuerza ha crecido en varias áreas, la UAC empezó con un intento de carrera (en el Centro de Artes Visuales), se les complicó y desapareció al final, y la UAL está en el proyecto de generar artistas visuales".
“A la región le hacía falta, desde hace mucho, quince o veinte años, el pensar en las artes visuales pero también le hace falta la carrera de filosofía; creo que por el perfil comercial e industrial se ha relegado y para mal. A la región le hace falta gente sensible y generar al coleccionista. Todo esto conduce a la crítica también. Necesitamos menos técnicos y más humanistas".
“Me parece padrísimo que la Escuela de Danza siga viva y que surjan proyectos independientes; que haya escritores de gran nivel y que el periodismo sea combativo pero creo que faltan más artistas visuales. Lo que me da mucha alegría es que hay chavos que no conozco, pintores y escultores, y eso significa que ya no somos los tres o cuatro que éramos. Eso generará otro tipo de dinámicas, más interesantes y la región podrá cambiar en ciertos territorios donde se está renuente”.
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