Impartirán 'Kuyra Bá, Cuentos y leyendas de montaña', proyecto para niños indígenas y mestizos en Coahuila

El curso se enfocará en la atención cultural para niños que viven en Torreón.

Gabino Rajoy Wichimoba y Olivia González Zamarrón. (Martín Piña)
Lilia Ovalle
Torreón, Coahuila. /

El respeto a la naturaleza y a la idiosincrasia de los pueblos serán los ejes para que los artistas Olivia González Zamarrón y Gabino Rajoy Wichimoba, impartan a partir del primero de julio un curso que se enfocará en la atención cultural para niños que viven en Torreón de manera transitoria o permanente, pues en las infancias ubican tierra fértil para sembrar el respeto a la diversidad. 

El proyecto se denomina “Kuyra Bá, cuentos y leyendas de montaña”, y mientras Olivia González explicó que aportará las técnicas, materiales y metodologías de trabajo, Gabino Rajoy se enfocará en la idiosincrasia a través de las narraciones que emergen de la Sierra Tarahumara. 

En entrevista para MILENIO ambos precisaron que el próximo lunes iniciarán las clases con los pequeños en la Casa Puente del DIF en colaboración con el Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE), curso que compartirán luego en el Museo Casa del Cerro, pues se trata de una propuesta que se considera de largo aliento. 

“Olivia es mi maestra y a través de la pintura te enseña muchas cosas: tanto los colores, el dibujo y entonces yo lo llamo el paisaje donde vamos caminando en el mismo viaje; es eso, vamos juntos viajando en ese mismo camino y seguimos trabajando juntos”, precisó Rajoy Wichimoba, quien al llegar a Torreón conoció a Olivia González y ella, no sólo le compartió técnicas sino que le abrió la panorámica al llevarlo a museos nacionales y presentarle incluso a Francisco Toledo. 

El trabajo plástico se nutre de la naturaleza

En reciprocidad, Gabino llevó a González Zamarrón a la Sierra Tarahumara, lo que a decir de la artista, fue una experiencia de mutuo aprendizaje, pues le resultó fascinante ese viaje al aprender de la familia de Rajoy, de su comunidad, su cultura e incluso su infancia y el propio entorno natural. 

En suma, dijo, no fue un viaje de turista y en éste trabajaron con los niños, proponiéndole a Gabino que se estrenara como maestro.

“Eso hicimos años después, pasaron como cinco años, en el ínter se logró hacer una exposición de Gabino en el IMCE y dos más colectivas, ahora se está gestionando una exposición en la Fundación Sebastián, y tenemos una invitación por parte del Museo de Arte Popular porque hay un salón especial que está dedicado a un artista con trayectoria con un artista de pueblo originario y ese proyecto está también sobre el escritorio”, dijo Olivia. 

“Por un lado está este proyecto de los niños que ya lo propusimos en el IMCE y de inmediato dijeron que sí, se llama ‘Kuyra Bá, cuentos y leyendas de montaña’. En mi caso, mi trabajo plástico se nutrió mucho de los paisajes y de la experiencia en los rituales porque participé de los rituales... vamos a trabajar en Casa Puente con niños de diferentes pueblos originarios, obviamente no sabemos cuántos rarámuris pero podrían ser entre 21 a 30”. 

“Después de ese taller en Casa Puente vamos a dar otro en donde vamos a integrar a niños rarámuris con niños de aquí de Torreón; dentro del proyecto va la intención de reafirmar la identidad de los niños a través del arte y del autoconocimiento, el reafirmar de su hábitat, la naturaleza, el cuidado de la naturaleza y tiene un trasfondo de cuidado de medio ambiente porque nuestras raíces tienen que ver con la integración absoluta con la naturaleza”, dijo Olivia González. 

Esto podría parecer inasible desde la cultura y el arte. Sin embargo, Gabino refirió que cuando conoció a su maestra, él no conocía muchas partes de México, por lo cual ella lo llevó junto con su proceso de enseñanza a varios museos entre los cuales recordó el de Antropología, el Castillo de Chapultepec y el de Arte Popular.

“Después de ir a la Ciudad de México, de ahí fuimos a Oaxaca y ahí estuvimos viendo lo histórico y prehispánico como Montealbán, fuimos a Hierve el Agua, Mitla y conocí a Toledo. Yo no sabía que (quien) es Toledo, pero hasta que Olivia me dice platicamos y nos dio consejos tanto a Olivia, tanto a mí. Nos dijo que estuviéramos estudiando mucho de nosotros. En ese momento yo no entendía por qué pero hoy ya sé lo que me quiso decir, el estudiar más a fondo lo que es ser rarámuri y la cultura mexicana. Era eso”. 

Con esta visión, ambos coincidieron en que los niños indígenas viven múltiples realidades y pueden encontrar la belleza en sus entornos nativos pero en cambio, en las ciudades no son atendidos e incluso, son discriminados, por lo cual se debe zanjar esa visión en donde se considera que no pueden aportar una visión valiosa de esas realidades.

EGO

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