¿Qué leen los laguneros? Los retos de las librerías independientes

Curiosos, ambivalentes y en formación fueron las palabras usadas por promotores de lectura laguneros para describir los hábitos de los lectores regionales.

Con una resistencia por el cambio, que se contrapone al hambre por obtener respuestas, el público literario de La Laguna, ha destacado por su interés en ser partícipe de actividades literarias recreativas, apoyando las iniciativas de librerías independientes que buscan posicionarse dentro de un sector que, aunque podría parecer limitado, ha llevado a más emprendedores a inclinarse por dicho giro de manera autónoma.

El verdadero reto de las librerías independientes

Tras una serie de eventos desafiantes, como los cambios generados sobre la calle Morelos, y otros desafortunados, como el paro de actividades durante la pandemia por el COVID-19, el reto de los negocios ha sido mantenerse activos vigentes y a la vista, ofreciendo servicios personalizados y un valor agregado a cada compra, así como la posibilidad de ampliar la experiencia del comprador contando con espacios donde crear vínculos a través de la lectura.

Ruth Castro, promotora de lectura por parte de El Astillero, ubicado en Casa Juárez, comparte que su reto, durante los diez años de permanencia de la librería en La Laguna, ha sido posicionar dentro del gusto de los lectores títulos de editoriales independientes, cuya distribución no se inclina por cantidades masivas, sino que se trata de un producto que, si bien tiende a ser selecto, cuenta con filtros de calidad, tanto del texto como de su carcasa, volviéndolo atractivo para los lectores en formación.

Comparte que la clave para ello la ha encontrado en los círculos de lectura; reconoce que, al no contar con una facultad de letras o humanidades, es un área donde la poca demanda exige iniciativas que invite al lector a pasar del nivel básico a una curiosidad que lo acerque con títulos fuera de las listas de best sellers.

“Creo que muchos empezamos leyendo clásicos, en un nivel básico y general, con novelas, y cuando generas un hábito vas buscando tus propios intereses, es ahí donde se diversifica bastante y entonces empiezan a conocer autores y autoras que nunca habían escuchado que tienen menor relación con ventas millonarias, sino con propuestas de editoriales más pequeñas que abogan por literatura de buena calidad, a veces ilustrados, muy bonitos”.

Por otro lado, Fernando De la Vara , promotor en La Tinta Cafebrería, ubicado sobre paseo Morelos, reconoció que para dicho espacio ha habido diversos retos que van desde el cierre de las escuelas durante la pandemia, la falta de agua en el centro de la ciudad (lugar donde se encuentra), y la creación de estrategias para acercar a los libros y la lectura a diferentes públicos.

“Si bien La Laguna es una zona en la que predomina una identidad empresarial, la comunidad ha sido receptiva a las actividades culturales que ofrecemos, como talleres, pláticas, círculos de lectura… El principal reto es no permanecer estático y continuar implementando nuevas formas para generar diálogos y vínculos a través de los libros y la lectura”.

Por otro lado, con una perspectiva fresca y en formación, Isela Picon, quien trajo a La Laguna su librería Íbridah, inaugurada el pasado mes de febrero, comparte que dentro de los retos con los que se ha topado, uno de los principales ha sido el de desmitificar los libros y los espacios que los albergan. La promotora comparte cómo anteriormente llegó a identificar el miedo o prejuicios respecto a la forma en la que se ‘debería’ comenzar a leer, o incluso, cómo ‘debería’ lucir alguien interesado en el mundo literario.

“Muchas veces el gremio de lectores y escritores tiene ese prejuicio de no dar por bien recibido a otros en el sentido de ‘debes leer solo los clásicos’, ‘debes de terminar los libros’, entonces a mí lo que me gustaría es cambiar esa perspectiva y esa ideología, por ejemplo el nombre e Íbridah está mal escrito a propósito, no quiero que se identifiquen personas que saben escribir, quiero que se identifiquen personas que tienen errores y puedan entrar y curiosear”.

¿Qué temas son de interés para los lectores laguneros?

Si bien los temas de interés entre los lectores llegan a ser amplios y variados, los libreros comparten la experiencia ‘desde su trinchera’.

Por un lado, en la librería Íbridah es la prosa feminista y artística lo más consumido. Picon explica comparte que cree que existe una correlación con un “despertar colectivo en la región, debido a la falta de visibilidad de los mismos temas”, considerando que habla de las necesidades de la ciudad.

Por parte del El Astillero, admite que su público se ha caracterizado por interesarse por títulos independientes, dado que es la mayor apuesta de la librería, sin embargo, dado que existe una tendencia a ser las mujeres las más interesadas en la lectura y en los círculos y espacios de diálogo.

“Hablando desde El Astillero, es mucho mayor el número de mujeres que compran libros, jóvenes, aunque hay un rango de edad bastante amplio. Sí, te puedo decir que los hombres compran autores en un 99 por ciento, mientras que las mujeres compran autores y autoras, pero están muy interesadas en lo que las mujeres están escribiendo. Es como si tuvieran un interés muy amplio, mientras ellos están buscando ciertos autores que ya les recomendaron”.

Desde La Tinta Cafebrería, comparte los títulos más buscados se dividen en dos vertientes; por un lado, se encuentran los títulos más populares como algunos de coyunturas políticas o autoayuda, aunque también las novedades que se vuelven muy sonadas por temporadas como el reciente caso de ‘Nos vemos en agosto’ libro póstumo de Gabriel García Márquez, pero también hay lapsos en lo que son los libros de influencers o youtubers los que dominan.

Por otro lado, considera De la Vara que son los llamados long sellers (clásicos), son las lecturas que siempre se mantienen vigentes y que buscan todo tipo de lectores. Agregó que, aunque se tiene todo tipo de clientes, desde el inicio de la librería notaron ser de la preferencia de estudiantes universitarios, personas recién egresados y adultos jóvenes.

También, reconoció que la mayoría de las personas que reinciden en el lugar son mujeres, pero la mayor parte del sector poblacional se hace presente en redes.

Una experiencia plus

Los propietarios de las librerías reconocen que contar con espacios independientes, operadas normalmente por los mismos dueños, también representa un área de oportunidad, dado que pueden agregar un ‘plus’ a sus servicios.

El trato directo con el lector no solo les permite conocer las necesidades de su público a detalle, sino también les permite ofrecer un servicio personalizado, atendiendo las preferencias personales de cada uno, e incluso ayudándolos a orientar su camino lector con recomendaciones pensadas especialmente para ellos.

Por otro lado, espacios como La Tinta Cafebrería, ofrece mesas de trabajo y servicio de cafetería para complementar la experiencia del lector, además de facilitar una zona para leer tranquilamente en cualquier momento del día.

Íbridah, por otro lado, destaca la importancia de contar con mercancía de artistas regionales que busquen dar a conocer su trabajo, especialmente aquellos de giro artístico, que suele ser el complemento que los lectores buscan al hacer su compra. Además, al igual que El Astillero, cuenta con espacios que invitan al lector a quedarse en el lugar y aprovechar los espacios diseñados para su comodidad, mientras conectan con otros lectores de la región.

DAED