Sea figurativa o abstracta, la pintura ayuda a desarrollar la representación gráfica a través del uso de pigmentos y otras sustancias que se emplean en las distintas técnicas y soportes, valiéndose para ello de la teoría del color, la composición y el dibujo.
De ahí la relevancia de la enseñanza en los centros culturales. Durante un tiempo el Taller de Artes Plásticas del Teatro Isauro Martínez quedó suspendido cuando la maestra Marcela López decidió tramitar su jubilación.
Se pensaba que pronto se encontraría un relevo natural, no obstante el cierre del taller se extendió dos años más con la pandemia, lo que para algunos vaticinaba su clausura definitiva.
Sin embargo la pintora María Vigné asumió el taller y ahora el salón en el TIM abrió las puertas a las sesiones que se desarrollan los martes por la tarde para recibir un grupo, así como los jueves por la mañana y por la tarde para otras dos sesiones pues dijo en entrevista, se personaliza la clase al trabajar con un número reducido de alumnos que quieren conocer el lenguaje del color y de la forma.
“La propuesta que manejo en el Teatro Isauro Martínez es un taller libre de pintura, es decir, no hay inicio ni fin, sino que cada quien avanza en sus términos y sus intereses. Es muy personalizado. La mayoría va por la acuarela pero vemos óleo, quien quiera acrílicos lo veo se trabaja con lápiz, carboncillo, pasteles, de todo. También con el tema es igual, se hacen retratos, de pronto paisajes, arte abstracto, es muy abierto”.
Con una amplia experiencia, María Vigné estudió dibujo con el maestro Oscar Bachold en la ciudad de Saltillo; también la técnica del Body Paint, impartido por Ricardo Atl en las instalaciones del Taller Rufino Tamayo en Oaxaca.
Con Horacio Olmedo, aprendió sobre técnicas y materiales en la Escuela de Bellas Artes, e incluso estudió diseño de joyería rústica con Oswaldo Luévanos. Por lo que se refiere al Taller de Artes Plásticas del TIM, la maestra estableció que las personas que alguna vez pensaron en acercarse a la pintura y por temor no lo hicieron, deberían acudir pues se trabaja sin experiencia previa.
“Como es un cupo limitado, normalmente hay entre ocho y diez personas como máximo en cada clase, es muy individual y si llegan desde cero no hay problema porque voy con cada uno viendo sus avances, a su nivel y si también llega alguien muy experimentado también se puede estar en su nivel y eso está padre porque los que están avanzados les ayudan a los que van como intermedio, les ofrecen tips y su apoyo”.
En cuanto a los materiales, María Vigné recomienda que los interesados prueben inicialmente con el óleo. Para el uso de acuarelas sepide que se adquiera papel en un 50 por ciento de algodón.
La maestra realizará asimismo las recomendaciones en cuanto a las marcas que pueden favorecer el trabajo de acuerdo a los materiales a utilizar.
“Sé que cuando llegan desde cero les recomiendo el óleo, porque muchas veces escuchamos la palabra óleo y se piensa que es un material para hacer el cuadrote, como difícil, lo vemos muy lejano y la verdad es que el óleo es muy noble. El hecho de que no seque, el hecho de que te pueda permitir corregir, poner capas, lo hace un material muy amable para empezar a entender la pintura".
“Con la acuarela empezamos también algunas veces pero luego es un poco más complicado porque te enfrentas a un lugar donde no tienes mucho control y tienes que empezar a entender el agua, ciertos procesos, el cómo se combinan los colores y todo debe ser rápido y no se puede corregir. Quien la quiera ver, sí la empezamos pero si es libre les recomiendo más el óleo".
“Hay a quienes les gusta el lápiz, yo la verdad soy muy flexible en eso porque no me voy al enfoque de que si están disfrutando eso, no importa que la riegues, pero me interesa más que lo disfrutes a ponerte algo tedioso donde tal vez sí aprendas por medio de la práctica pero no lo estás disfrutando”.
EGO