Nancy Azpilcueta presenta su novela 'Monólogos desde el olvido' en Torreón

La novela plasma el fantasma de Luisa Ybarra, viuda de quien es considerado el fundador de Torreón, Leonardo Zuloaga.

Jaime Muñoz Vargas, Nancy Azpilcueta Miguel Amaranto en el teatro Alfonso Garibay. | Especial
Lili Figueroa
Torreón, Coahuila /

La escritora lagunera Nancy Azpilcueta, presentó la noche del martes en el teatro Alfonso Garibay su novela titulada "Monólogos desde el olvido", quien fue acompañada por Jaime Muñoz Vargas y Miguel Amaranto.

"Este es el primer libro individual que escribe Nancy Azpilcueta, anteriormente ya tuvo participación de manera colectiva, y en esta novela, activa muchas ideas y aspiraciones de escritura, es una mujer inquieta y entregada en la noticia, donde ha participado en cientos de publicaciones, compartió algunos fragmentos de su novela a través de Facebook, impregnando en cada renglón algo bueno, pasar de la austeridad noticiosa a cuidar el ritmo de la prosa, ya que es muy distinto el estilo periodístico al literario", fueron las palabras que expresó Jaime Muñoz, para dar inicio a la presentación de "Monólogos desde el olvido".

La interesante novela, plasma el fantasma de Luisa Ybarra, personaje histórico quien fuera la viuda de quien es considerado el fundador de Torreón, Leonardo Zuloaga, y que Nancy realza el monólogo de su protagonista, donde recorre no solamente las calles de su pueblo, Parras de la Fuente, sino también sus penas y remordimientos en busca de respuestas y de su propio descanso, después de permanecer 136 años sepultada en el olvido de la gente de su propio pueblo, y finalmente se logra un éxito en la escritura, debido a que es un texto creíble, gracias a que Azpilcueta se dedicó varios años a investigar sobre el tema.

Por su parte Miguel Amaranto, peruano de nacimiento pero lagunero por adopción desde hace 20 años, dijo que la ficción es una manera de que nos acerquemos a la historia.

"Yo fui un patriota que gritaba ¡Viva el Perú!, ¡Viva México!, y fui descubriendo que Miguel Hidalgo no fue el padre de la Patria, sino Agustín de Iturbide cuando se da a conocer el Plan de Iguala. Cuando nos omiten ciertas partes de la historia, es cuando surgen estas personas, para darles el protagonismo que se merecen, por eso les recomiendo que lean la novela de Nancy", invitó Miguel Amaranto.

Nancy Azpilcueta, quien nació en Torreón, Coahuila, en 1964 y estudió Sociología en la Universidad Autónoma de Coahuila, dijo identificarse con la protagonista de su novela, y más por el nombre extenso que llevan ambas.

"Todo inició cuando una tarde me puse a leer en internet y encontré una historia de los restos de Zuloaga y me impactó el saber que exhumaron tanto los restos de él, como los de la madre de María Luisa, la señora Isabel Goribar en Parras, y más me impactó que el cadáver de Luisa fuera despedazado, la verdad, la investigación fue complicada", apuntó Azpilcueta.

Nancy agradeció al Comité Editorial del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma Chapingo (Stauach), por haber seleccionado su novela como una de sus publicaciones especiales.

"Doña Luisa y yo celebramos cuando ya todo quedó listo, y digo Luisa y yo porque siento que ella está conmigo, y me llevó a los recorridos para saber su historia, ella nace en Saltillo en 1812 y fallece en Parras en 1886, ella me trajo por todos estos rumbos y no me ha dejado, una señora de alta alcurnia, y con esta novela no pretendo usurpar funciones, no pretendo dar una nueva versión de la historia regional, sino mostrar cómo vivían las mujeres en el siglo XIX, y el título de fundadora de Torreón, para mí es para María Luisa Ybarra Goribar, porque padeció mucho y la obligaron a morir en la miseria", aseguró Nancy.

Momentos paranormales al escribir la novela 

Cabe destacar que la escritora confesó que mientras escribía la novela ocurrieron momentos paranormales, "justo cuando escribía el nombre de la madre de Luisa, Isabel Goribar, se apagaban las luces, cuando lo escribía y cuando la mencionaba en voz alta, fueron varias veces, incluso algo raro también pasó cuando tuve que agregar un dato de Francisco I. Madero, él fue espritista, y me adentré en textos de internet porque requería una referencia para plasmarla en la novela, y no encontraba ese dato, pero de pronto apareció en la página justo el texto que requería, muy completo, este tipo de anécdotas me impactaron, me dí cuenta que Madero nos envió el texto cibernéticamente", dijo sonriente.

Finalmente, Nancy Azpilcueta leyó un fragmento del capítulo dos, por cierto uno de sus favoritos, titulado "Los espejos rotos de la memoria", y al concluir, invitaron a adquirir el libro, ya que la cultura es el agua en la que todos nadamos.

ARG

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