“Trump es perturbador, está a punto de romper el orden mundial”: Simon Reynolds

“Todo esto es terrible para las mujeres, los derechos humanos, los migrantes…”, dice el crítico de rock y escritor inglés radicado en Los Ángeles, quien habla también de su nuevo libro ‘Shock and awe’

Simon Reynolds
Simon Reynolds
‘Shock and awe’ de Simon Reynolds
Miriam Canales
Ciudad de México /

Se trata de uno de los críticos musicales ingleses más prolíficos de la actualidad. Algunos de sus libros como Energy flash, Romperlo todo y empezar de nuevo, Retromanía (traducidos por la Editorial Caja Negra) y recientemente, Shock and awe —sobre la era glam rock— se han convertido en referentes para profundizar en la escena del rock, la electrónica y la cultura pop. La pluma de Reynolds es de enorme valor para analizar un mundo complejo, inmerso en la tecnología y sus vaivenes entre el pasado y futuro mediante sus movimientos musicales. Radica en Estados Unidos desde hace 25 años y ha hecho de Los Ángeles su nuevo hábitat natural junto a su familia, ahí ejerce como catedrático en la Universidad del Sur de California, además de continuar en el periodismo mediante su blog (blissout.blogspot.mx) y medios como Pitchfork.

Quien escribe estas líneas pasó cerca de un año y medio en la búsqueda de Reynolds. No se hallaba disponible debido a que estaba por gestar otro de sus proyectos editoriales que lo tenía abrumado, y el deceso de David Bowie vino a añadirle más adrenalina todavía. El resultado es su más reciente libro bajo el título de Shock and awe, sobre la época del glam rock que aún considera vigente dentro de la escena comercial y del cual logré conversar con él.

No esperaba leer a estas alturas un libro sobre 'glam rock'. Creo que está un poco olvidado a diferencia de otros géneros.

El glam rock es lo que siempre ha existido en el mainstream, lo comercial. Mucha gente recuerda solo a David Bowie o a Roxy Music, pero varios de ellos tenían muchas cosas en común, como compartir los mismos managers. También pueden nombrarse a Alice Cooper, Gary Glitter y hasta la influencia de Oscar Wilde. Hay mucho de descubrimiento; este fue un proyecto muy largo.

¿Cuánto tiempo pasaste escribiendo ‘Shock and awe’?

Tres años, porque estuve pensándolo mucho. Por ratos me aburría, fue más duro al final, como correr una carrera de 100 metros, y más cuando falleció Bowie porque tuve que hacer mucho más trabajo. Terminé exhausto. No podía hacer nada más. Necesitaba unas vacaciones.

Muchos periodistas ahora buscan estar solo del lado glamoroso del espectáculo en vez de realizar investigaciones. ¿Qué opinas de esto?

En el mundo en que me muevo veo gente que se toma las cosas muy en serio. Estoy seguro de que hay más de eso en el mundo más comercial o en los tabloides. El tipo de escritores que conozco no creo que estén interesados en relacionarse con gente famosa. Yo me sentía más nervioso conociendo a mis escritores favoritos de los 80, como Paul Morley, que a Morrissey, a quien consideraba mi héroe. Los escritores de rock también son mis héroes. Yo disfruté conocer a muchos músicos que admiraba, pero nunca realmente tuve amistad con ellos. Ese es definitivamente un tipo de periodista que no soy yo.

¿Morrissey sigue siendo tu héroe?

Bueno, no tanto ya. The Smiths es mi banda favorita. Veo que es también un buen escritor. Publicó una biografía bien elaborada, muy interesante; él en realidad quería ser eso. Algunos músicos también se encontraban antes del lado de la crítica.

¿Qué se puede pensar de los músicos que buscan incursionar en el periodismo?

Hay más dinero siendo estrellas pop (risas), pero hay muchos ejemplos de compositores que se han movido exitosamente escribiendo ficción. Otros son cantantes, como Chrissy Hynde, de Los Pretenders, que fue una crítica musical en la revista New Musical Express, David Thomas, de Pere Ubu; Stephen Morris, de New Order.

Supe que acudiste a la marcha de las mujeres. ¿Cuál fue tu experiencia?

Sí, en Los Ángeles. Fui con mi esposa, mis hijos y unos amigos. Fue grandiosa. Aunque la mayoría eran mujeres, también fuimos muchos hombres. La energía fue muy positiva, hubo mucha creatividad tanto en las pancartas como en las arengas.

¿Cuáles son tus expectativas con el gobierno de Donald Trump?

Es muy extraño, una combinación de caos. Todo esto es terrible para las mujeres, los derechos humanos, los migrantes. Él se comporta de una forma muy errática, impredecible y narcisista. Odia a la gente que no está de acuerdo con él, todo se concentra en su ego y es muy perturbador que esté a cargo. No sabemos que vaya a pasar, ojalá un juicio político, una renuncia pronta. Todo el orden internacional está por romperse.

Aun así, ¿tú te quedarás a vivir en Estados Unidos?

He tenido la oportunidad de volver a Gran Bretaña, pero mi familia es ya estadunidense. He vivido aquí 25 años.

Por tu acento no suena tan británico…

Bueno, hay quienes dicen que sí (ríe). Soy ciudadano estadunidense desde hace ya algunos años, entonces sí me quedaría aquí, aunque extraño 'Inglaterra por otras razones: porque mi mamá sigue allá, familiares, varios amigos. Vivo en California que es la parte más progresista de Estados Unidos, el estado rebelde, muy multicultural. Hay buen ambiente, aire fresco y es un buen lugar para vivir.

¿Qué opinas del 'Brexit'?

Que también fue una mala acción. No sabemos qué está pasando. Yo voté en contra de él. Hay mucha gente que sigue enojada y no sé por qué, cuando ya no hay tan buenos trabajos como hace 20 años y ha habido una lucha por eso. No creo que vivir en Europa sea la respuesta correcta. El país entero se ha ido quebrando y un ejemplo claro fue la votación de Escocia al querer separarse.

Sobreviviste a la época de Margaret Thatcher.

Sí, y a la de Ronald Reagan. La gente puede sobrevivir esas cosas. Espero que ahora también.

¿Qué opinas de estas series retro-ochentas que están de moda como 'Stranger things'?

Me gusta; me agradó la música que incluyeron. Antes, muchas series estaban también basadas en el pasado y no había nada de malo en ello. Cuando era joven se ubicaban en el siglo XIX o la Segunda Guerra Mundial y disfrutaba de esa “retrocultura”. Está bien hecho, pero tampoco traen propuestas nuevas.

¿Has visto también Black Mirror, por ejemplo?

Sí, recuerdo sobre todo un capítulo ubicado en 1987 llamado "San Junipero".

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo muchas ideas, pero en este momento no puedo discutirlas. Por lo pronto disfruto estudiar y trabajar en la academia. Estoy negociando algo con la editorial Caja Negra y seguiré promoviendo Shock and awe durante un año; eso me mantendrá ocupado. Aunque trabajo impartiendo un curso sobre cómo escribir crítica de rock por un semestre universitario, espero sea un año entero. Dar clases es muy estimulante; hay muchas opiniones e ideas.

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