El reto más importante de las librerías, en particular de las cadenas, es evolucionar de tal forma que el gigante del comercio electrónico “no nos coma el mandado”, para lo cual se requiere desarrollar una serie de esfuerzos que permiten atender las necesidades del lector, cuando puede aprovechar los espacios físicos, pero sin dejar de pensar en el comercio electrónico o el libro digital.
“Sí nos vimos rebasados al principio de la pandemia, pero creo que supimos reaccionar y copiarle un poco a Amazon, aun cuando estamos muy lejos de los servicios que da, no había de otra forma más que aprenderle al gigante, al que está revolucionando todo”, a decir de Rodrigo López, director de Librerías El Sótano.
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Para ello, se requería ser inteligentes y creativos para que “la gente del medio digital también se sienta apoyada por nosotros, porque sabemos que mucha gente se va a quedar en ese medio, pasará tiempo para que se atrevan a salir, por lo que debemos tener muy bien cubierto tanto el mercado físico como el electrónico”.
“En cuanto cierran las sucursales físicas, se nota el incremento de la gente en la página, donde estamos ofreciendo envíos gratis o un sistema de cliente frecuente, políticas que nos han ayudado a enfrentar la contingencia. Estamos ante una oportunidad única para el político o gobernante que decida declarar a las librerías como esenciales de pararse el cuello y decir que está consciente de la problemática y presumirse como alguien que apoya a la difusión de la cultura y de la lectura”.
Y es que si bien en la actualidad hay estados donde hasta pueden recibir a público dentro de las librerías, también lo es que el problema por el covid-19 no ha desaparecido del todo y queda el peligro de que se vuelva a cerrar, sin declarar a la industria del libro como esencial para la sociedad, lo que sí está sucediendo en otros países.
“Vimos el repunte en las ventas cuando la gente ya estaba harta del encierro, porque primero fueron dos semanas y luego cuatro, pero ya para el cuarto mes, los rompecabezas, libros, material didáctico, tuvieron un repunte de ventas muy importante: no se ha cubierto la demanda de una época sin pandemia, pero me atrevería a decir que han sido un escape para la gente que estaba encerrada entre cuatro paredes”.
A una semana de la celebración del Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, el próximo 23 de abril, el director de librerías El Sótano, Rodrigo López, espera se empiece a dar una recuperación para toda la cadena, a pesar de las restricciones que persisten en algunas regiones.
PCL