Una bailaora con alma muy mexicana

La coreógrafa Marién Luévano presentará "Alma", retrospectiva de su trabajo más reciente; la función será el 31 de enero en Lunario del Auditorio.

Estará acompañada de músicos purépechas. (Rodrigo Valero)
Ciudad de México /

La bailaora y coreógrafa mexicana Marién Luévano presentará Alma, su más reciente espectáculo, en el Lunario del Auditorio Nacional, el próximo 31 de enero a las 21 horas. Se trata de una retrospectiva de su trabajo, estructurada a partir de siete puntos unidos en el centro, en donde sucede el movimiento.

En entrevista, explica que “no quería definir las danzas con un palo del flamenco, porque cada baile tiene un espíritu. Quería asignarle a cada una un punto en el que se encuentre lo que llamamos alma: ese punto que no está definido, pero que hace que se mueva cada cosa.

“Creo que mi relación fundamental con el flamenco —relata— tiene que ver con una búsqueda espiritual de la danza, no como una cuestión tan estética y como una estructura formal, sino que busco mucho la improvisación y el contacto con esta parte interior”.

La bailaora se inició en el flamenco hace 22 años y trabajó con maestros como María Díaz, Mercedes Amaya y Joaquín Fajardo, quienes, confiesa, fueron un impulso, pues ellos la animaron a seguir en el camino de este arte.

“Cuando empiezas con el flamenco en México no conoces el círculo. Gracias a mis maestros, que en su momento me dieron trabajo, y a mi familia que se ha dedicado al teatro y al vestuario, recibí apoyo para irme a España a estudiar”.

Esa condición le permitió conocer la raíz del flamenco: “Fue algo fundamental porque conocí el contexto, de dónde viene... te das cuenta de que no son solo coreografías, sino que tiene un contexto histórico y social”.

Este intercambio cultural le permitió, a su regreso a México, desarrollar sus propios proyectos con una idea mejor elaborada sobre cómo montar un espectáculo y no simplemente repetir coreografías, explica.

En Alma, Marien Luévano estará acompañada por Ulises y César Martínez, músicos tradicionales purépechas, quienes —cuenta la bailaora— “me ayudan a gestionar mis montajes de una manera muy distinta a lo ya hecho en el flamenco. No me visto de jarocha y bailo flamenco, sino que musicalmente hemos encontrado sonidos y formas de otra música”.

DIFUSIÓN

MÁS ESPACIOS PARA EL FLAMENCO
La bailaora abrió un espacio para bailar flamenco de manera radicalmente distinta al concepto tradicional del tablao. Hojas de Té es un espacio alternativo ya que Luévano considera que “en México hacen falta foros para difundirlo”.

  • Patricia Curiel
  • patricia.curiel@milenio.com
  • Estudió Comunicación y Periodismo en la UNAM. Escribe sobre arquitectura social y el trabajo de las mujeres en el campo de las artes. Cofundadora de Data Crítica, organización de investigación periodística que produce historias potenciadas por análisis de datos.

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