Sus luminosas pinceladas produjeron obras maestras como La joven de la perla. Pero Johannes Vermeer, la joya en la corona de la pintura holandesa, copió ideas de sus contemporáneos como cualquier otro artista, argumenta una nueva gran exhibición que se inaugura mañana en el Museo del Louvre en París.
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Vermeer y los maestros de la pintura de género, cuya realización tomó cinco años, presenta un tercio de toda la obra de la era dorada del pintor holandés. Es la exhibición más grande en su tipo que se haya montado en Europa en casi dos décadas.
La exhibición muestra que, aunque algunos de los elementos de su pintura fueron revolucionarios, Vermeer también copió mucho a sus rivales.
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"De cierto modo, Vermeer no es muy original porque toma ideas de distintos contemporáneos. Sus temas son muy clásicos: músicas, encajeras, eso se ha hecho antes", dijo el curador Blaise Ducos, y agregó que el genio de Vermeer —quien murió a los 43 años y produjo sólo 36 pinturas— puede verse en cómo transformó temas y técnicas existentes.
Los 12 óleos de Vermeer en la muestra, que incluyen La lechera en préstamo del Rijksmuseum de Amsterdam, cuelgan junto a 58 obras similares de sus rivales del siglo XVII como Gerrit Dou y Gerard ter Borch.
La exhibición también pretende disipar la idea generalizada de que Vermeer era sedentario y rara vez salía del pueblo holandés de Delft.
"La muestra aquí presenta otra historia... todas estas finas pinturas demuestran que él debió haber estado en contacto directo con otras pinturas y otros pintores, tanto en estudios como en mansiones de coleccionistas", dijo Ducos. "Debió haber viajado dentro de Holanda".
La exposición estará en el Louvre hasta el 22 de mayo y luego viajará a Washington, donde se presentará en la Galería Nacional de Arte a partir de octubre.
ASS