La bailarina mexicana Valeria Mariaud está feliz. Tiene su primer protagónico en una coreografía completa, ni más ni menos que con el Ballet Nacional de Cuba (Cuba), en el Gran Teatro de La Habana, al renovarse la colaboración de la Compañía Nacional de Danza (CND) con la agrupación fundada en 1948 por la legendaria bailarina Alicia Alonso, hoy bajo la dirección de Viengsay Valdés.
La cooperación entre ambas instituciones de la danza, reconoce Valdés, se había distanciado, pero ahora renace.
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Mariaud interpreta a la dulce Kitri en la versión de Don Quijote, de Marius Petipa, que hizo famosa Alicia Alonso, en la sala Avellaneda del recinto cultural habanero. Su debut fue este fin de semana y la siguiente función será el viernes 15 de julio, con el primer bailarín del BNC, Dani Álvarez, quien vino a México hace tres años con Giselle.
“Este es un gran reto para mí como bailarina porque es la primera vez que bailo un ballet completo como protagónico y también la primera vez que bailo con un primer bailarín de otra compañía”, cuenta la bailarina a MILENIO. Ella se unió a la CND en 2017 y en abril ascendió a primera solista.
Desde la capital cubana y en medio de los ensayos, la bailarina egresada de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura habla de lo que representa para ella bailar un ballet recreado por la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, fallecida el 17 de octubre de 2019, a los 99 años.
“Es un privilegio para mí bailar esta versión tan reconocida a nivel mundial y hacerlo para otro público, compartir escenario con los bailarines del Ballet Nacional de Cuba, tener otro tipo de ensayo, es muy enriquecedor para mi carrera”, cuenta Mariaud, formada profesionalmente antes de entrar en la CND en el Miami City Ballet, The Joffrey Ballet School y el Bolshoi Ballet de Nueva York.
Sobre el papel de Kitri, la joven campesina cuyo padre quiere obligar a casarse con un viejo, cuando ella ama al barbero Basilio, personajes tomados libremente por Petipa del clásico de Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, la bailarina mexicana destaca la novedad de trabajar en ese papel con Dani Hernández y con el apoyo de la directora del BNC, Viengsay Valdés.
“A Kitri yo le tengo mucho cariño, ya que fue el primer rol principal que he interpretado. Conocer al personaje, su historia es parte del trabajo para poder interpretarla. Y creo que ahora va a ser una experiencia completamente nueva porque puedo conocer a otra Kitri con base en los ensayos y todo lo que he tenido por parte de la directora del Ballet Nacional, Viengsay Valdés”, dice Mariaud.
Algo mágico
Dani Hernández, primer bailarín del BNC, de quien los mexicanos ya pudieron disfrutar su arte cuando en 2019 hizo una gira por varios escenarios del país, también habló sobre su papel de Basilio, su trabajo con la mexicana Valería Mariaud y la cooperación con la CND.
“Cuando supe que tendría la oportunidad de estar en el escenario junto a Valeria, en seguida la busqué en las redes sociales, vi algo de su trayectoria, todo lo que había interpretado, lo que hacía, y desde el primer momento pensé que sería algo mágico e interesante, que nos iba a aportar tanto a ella como a mí en esta gran oportunidad que nos están brindando para poder afrontar los personajes de Kitri y Basilio.
“Tuve que reestudiar todo aquello que yo hacía, ya que Valeria viene de otra escuela, de otra manera de hacer Don Quijote. Y, partiendo de esa experiencia que he tenido de bailar en otras compañías, pues me dije: ‘Nada, tengo que ayudarla lo más posible, darle el apoyo que ella necesita’. Sobre todo, que ella pueda hacer esta versión como parte suya y la pueda afrontar, interpretar, y se sienta cómoda de moverse en el escenario como lo hace en México. Creo que le va a aportar mucho”, dice.
Considera que esta nueva oportunidad de estrechar los lazos que la CND y el BNC tienen desde hace muchos años, este intercambio de bailarines, va a unir aún más y fortalecer la cooperación.
“Esperamos que en otras ocasiones seamos los bailarines de Cuba los que vayamos a México e interpretar esas versiones que tienen de cualquier clásico de la CND y disfrutar del público, y poder entregarle al público nuestro arte. Y, sobre todo, aprender y superarnos como artistas juntos, en esta gran carrera que es el ballet”.
El primer bailarín está muy contento de interpretar una vez más a Basilio, ahora con su colega mexicana.
“Basilio es un personaje estupendo en todas las versiones, sumamente carismático, jovial; es ese barbero de pueblo que es muy libre, muy entusiasta. Todos sus bailables, la pantomia con la Kitri, el romance entre ellos, es espectacular.
“Me encanta hacer Basilio por esa libertad que me brinda en el escenario. Esa facilidad de desdoblarme, de poder interpretar, de hacer alusiones a pasos, giros, demostrar la fuerza y la entrega que conlleva el personaje, y toda la interacción con Kitri, con Camacho, con Don Quijote y Sancho, con el padre y todo el cuerpo de baile en general, hacen que Basilio sea mucho más gratificante y apreciable”.
Añade que las aportaciones que él hace al personaje en lo particular y como bailarín cubano.
“Trato de llevarlo a mi forma de ser, de bailar y de interpretar, siempre agregándole algo novedoso para que el personaje nunca se estanque, al contrario, que siga creciendo, que siga mostrando esa frescura en el escenario, sobre todo con la pantomina y la parte artística para lograr ese hilo conductor que lleva la obra. En esta versión de Alicia Alonso, tiene mucha fuerza y carga interpretativa que no se puede dejar pasar.
Cualquier bailarín cubano que se ha formado acá, incluso que lo ha bailado en otras compañías fuera de Cuba, siempre disfruta a Basilio y siempre lo hace desde la parte de más adentro de la identidad cubana. Eso es lo que le aporta al personaje: nuestra forma de ser, de movernos, de coquetear con la muchacha, de darle el paso, de ser galante, de ser todo un caballero con las damas. Interpretar a Basilio es algo que te hace ser mejor bailarín cada día”, concluye Dani Hernández.
Lazos estrechos
La primera bailarina Viengsay Valdés (La Habana, 1976), directora del BNC, habla de la colaboración con la CND, que codirigen Cuauhtémoc Nájera y la premio Benois de la Danse 2019, la primera bailarina Elisa Carrillo: “Alicia y Fernando Alonso, nuestros fundadores, fueron formadores de muchas generaciones de bailarines mexicanos, y a lo largo de los años algunos han integrado las filas del ballet cubano”.
“Siempre han existido los lazos entre ambas compañías, solo que se han distanciado por causas ajenas, como la ausencia de gestiones de seguimiento. Existen muchos bailarines y maestros cubanos actualmente tanto en las escuelas como en la Compañía Nacional en México, así como maestros mexicanos que aplican la metodología de la escuela cubana de ballet”, cuenta la primera bailarina.
En octubre de 2019, cuando Valdés encabezó la gira del BNC en México con Giselle, que se presentó en el Auditorio Nacional, la entonces subdirectora de la institución patrimonio cultural de Cuba ya había expresado sus deseos de retomar los lazos con la CND y convocó a la institución a participar en el homenaje que se preparaba en la isla para celebrar en 2020 el centenario de Alonso, que en 1982 recibió con Gabriel García Márquez la Orden del Águila Azteca, máxima condecoración del gobierno mexicano a un extranjero, por sus contribuciones a la danza nacional, entre ellas la coreografía de Giselle, que sigue siendo representada por la Compañía Nacional de Danza hasta ahora.
“Desde mis inicios en la dirección establecí contacto con Cuauhtémoc Nájera, actual director de la Compañía Nacional de Danza y la colaboración afloró en ambas direcciones. Tuvimos el intercambio de primeros bailarines nuestros para interpretar Giselle en los personajes principales en celebración la centenario del nacimiento de nuestra Alicia Alonso en los inicios de 2020 y ahora Valeria Mariaud baila junto al BNC en este clásico del repertorio universal, Don Quijote, asumiendo el rol protagónico”.
Adelantó que aún falta la participación para noviembre de una delegación de 12 bailarines mexicanos dentro de las jornadas del Festival Internacional de Ballet de La Habana 2022.
Valdés también relató, a pregunta expresa, cómo ha sido el proceso con el BNC en el contexto de la pandemia, que particularmente resultó muy dura para artistas de todo el mundo y quizás más en Cuba.
“Durante la pandemia fue difícil para todos conservar física y mentalmente un mejor estado. Para las artes escénicas significó un gran impacto y más aún para aquellos que, como los bailarines, necesitan un espacio para desenvolver su cuerpo y ejercitar su capacidad respiratoria. Pero lo más emotivo ha sido ver, comprobar, palpar la función social del artista como motivador de un cúmulo de sentimientos de empatía, amor, paz, sensibilidad, constancia en el trabajo, esfuerzo, dedicación, que es lo que caracteriza a un bailarín profesional, y así lograr elevar la espiritualidad del ser humano y de todo el que le rodea”, dice la sucesora de Alicia Alonso en una de las compañías de ballet de mayor renombre del mundo.
El legado de Alicia Alonso en México
En febrero de 2020, ya Cuauhtémoc Nájera había hablado sorbe la cooperación que se relanzaba con el BNC, en ese entonces en el contexto del montaje de Giselle en Bellas Artes, en el que participaron tres primeros bailarines de la agrupación fundada por Alicia Alonso, de quien recordó entonces que “fue una gran líder latinoamericana del ballet y en México sembró semillas que se convirtieron en grandes bailarines, compartió escenario con la CND y dejó enseñanzas específicas sobre técnicas, metodologías, vocación y disciplina y diversos elementos que se requieren en el ballet”.
De hecho, sostuvo Nájera: “La CND no se puede entender sin Alicia Alonso”.
Nájera agregó que en 2019 entabló pláticas con la entonces subdirectora del BNC, Viengsay Valdés, para fortalecer lazos y restablecer proyectos de colaboración que existieron hace algunas décadas entre ambas compañías.
Recordó entonces que en los años 70, grandes maestros, coreógrafos y bailarines cubanos llegaron a México, por lo que se tenía pensado realizar nuevamente un intercambio de intérpretes y creadores.
PCL