Vanessa Freije: “Los escándalos políticos contribuyeron a la democracia en el país”

La investigadora habla de su libro 'De escándalo en escándalo. Cómo las revelaciones periodísticas construyeron la opinión pública en México'.

Vanessa Freije. (Foto: Especial)
Ciudad de México /

Vanessa Freije dedicó más de trece años a recopilar y examinar las causas y consecuencias de algunos de los escándalos políticos más emblemáticos del México de finales del siglo XX.

El resultado es De escándalo en escándalo. Cómo las revelaciones periodísticas construyeron la opinión pública en México (Siglo XXI Editores).

La doctora en historia charló con MILENIO sobre su libro que trata casos de malversación de fondos, tortura, violencia policial y fraude electoral, entre otros.

—Hoy se usa hasta Inteligencia artificial para armar escándalos. ¿Cómo era en esos años?

Lo que me interesaba en el libro era ver cómo fue posible que un escándalo salió a pesar de que, de cierta forma, los periodistas necesitaban del embute, del chayote, para sobrevivir en los sesenta, setenta y ochenta. En aquel entonces no se ganaba la vida con el sueldo normal con el periodismo; al gobierno le convenía mucho apoyar a los periodistas a través de esos otros pagos.

Foto: Ariel Ojeda

—Pero de todas maneras los escándalos políticos salieron

Exacto, son escándalos que empiezan a desmentir varias cosas del PRI-Gobierno, por un lado, la idea de que el partido era unido y también fuerte; en ese momento empiezan a haber muchas filtraciones que causan un caos dentro del partido que estaba dividido.

—¿Cómo eran los escándalos?

Muy enfocados en la corrupción y la malversación de fondos. En esos años vemos la crisis económica, la gente está sufriendo; hay mucho desempleo, sobre todo empezando en los 80. Comenzamos a ver que los gobernantes, los políticos, tienen sus mansiones, viajes de lujo y cosas así, mientras que, con su sueldo de jefe de policía de Ciudad de México, no le alcanzaba para esos lujos, como el negro Durazo. También (a causa de) la corrupción oficial en el sismo del 85, mucha gente murió por el descuido de cosas como vivienda, los espacios de trabajo y es entonces que la gente se entera y, claro, se escandaliza, se molesta.

De escándalo en escándalo. Cómo las revelaciones periodísticas construyeron la opinión pública en México inicia en 1962 con un escándalo agrario en Yucatán y termina en el 86 con el fraude electoral en Chihuahua, en una recopilación de sucesos que marcaron la historia del país. El libro examina las causas y consecuencias de algunos de los escándalos políticos más emblemáticos del México de finales del siglo XX.

—Fueron años turbulentos

El epílogo habla de 88 y el fraude electoral y de todos los escándalos que vinieron después en los noventa, hubo como un diluvio con caos como José Francisco Ruiz Massieu, el homicidio o el asesinato de Colosio, todo lo que pasó con Salinas y su hermano, muchos escándalos.

Foto: Ariel Ojeda

—¿En aquellos años había fake news?

Sí hubo pero obviamente de una forma menor en el sentido de que no había los medios que permitiera que circulara tan rápidamente. Pero vemos fake news sobre todo en los volantes que se repartían en la calle. Y de cierta forma, el gobierno también contribuía a la desinformación, generaba información para desmentir lo que estaba saliendo y existían los pasquines, pequeños periódicos que generaban desinformación. Pero era así de mano a mano, no se distribuía como hoy.

—¿Cuál seria tú reflexión ante el tema?

Yo creo que los escándalos contribuyeron a la democracia en México, en el sentido de que dieron relatos que ayudaban a la gente a hacer sentido de los cambios políticos, les dieron relatos que ayudaron a generar un público unido, tenía que haber un cambio, un cambio político. También veo que los escándalos tienen dentro de sí una vulnerabilidad, siempre se pueden manipular, no importa que un reportero haya hecho un trabajo muy sólido, ya que sale al público, se escapa y se vuelve otro animal.

—¿Es lo que estamos viendo hoy?

Claro, pero con una velocidad que no existía en la época que yo analizo, la cantidad de información lo hace totalmente distinto y hace que veamos más el lado oscuro de los escándalos.

—Pero en esos años también había periodismo combativo… no todo era chayote ¿o sí?

No, claro que no, pero el periodismo se ve más en los estados, vemos el origen o el nacimiento de un periodismo de investigación en México, luego llegó a la ciudad. Hubo un periodismo veraz pero tenía que batallar para existir. Eran pocas personas que sí podían dar esa batalla, eran periodistas que tenían más solidez económica y más prestigio que les respaldara.

Foto: Ariel Ojeda

—¿Con que te quedas tras la investigación?

Lo que me interesó mucho es que una vez que sale un reportaje (un escándalo) llama mucho la atención de la gente y al mismo tiempo es como un permiso para que otros medios pudieran reportar lo mismo. En el libro vemos como un escándalo podría ampliar un reportaje que a lo mejor solo tendría eco en la localidad y luego los medios más controlados tenían la oportunidad de publicar.

PCL

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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