Vania Bachur, una ilustradora kawaii a la conquista del mundo

En entrevista con MILENIO, la artista mexicana ahonda en su reciente libro, 'Aventuras malvadas de una superheroína', pero también en su trayectoria creativa y en su opinión sobre la inteligencia artificial.

La artista sigue cosechando logros | Ariel Ojeda
Ciudad de México /

Una libreta de Kitty fue la que introdujo a Vania Bachur a lo kawaii, esa tendencia proveniente de Japón asociada a lo tierno y colorido. La historia detrás resulta conmovedora, pues, partiendo de un pequeño 'delito', todo acabó con la hoy ilustradora plasmando sus primeros dibujos en una libretas de facturas.

"Cuando tenía como 4 años vinieron de visita unas primas que vivían en Los Ángeles y una tenía una libreta de Kitty chiquita, me la enseñó y cada hoja tenía una (Kitty) diferente, yo nunca había visto algo tan bonito… Se la robé, le dije a mi mamá y ahí acabó mi vida delictiva. Me hicieron pedir perdón y todo, pero no me la robé por maldad, sino porque no podía creer que existía algo tan bonito", recuerda en entrevista con MILENIO.

Tras esta situación, su mamá le dio algunos blocs de facturas que tenía guardados en unas cajas "porque se las regaló un tío que trabajaba en una imprenta".  Entonces, con uno de ellos Vania  hizo su propia - y primera - libreta kawaii: "Les dibujé muñecas en cada esquina, mi mamá todavía tiene esas hojas".

Foto: Ariel Ojeda


De esas hojas, que suele mostrar en las conferencias que imparte, Bachur ahora hace libros, siendo el más reciente Aventuras malvadas de una superheroína, que tiene como protagonista a Malvania, quien "se salva a sí misma a través de su imaginación; todo lo que dibuja en su tableta con su pluma mágica se vuelve realidad". 

Por ejemplo, si un robot malévolo ataca la ciudad, Malvania debe encontrar la manera de salvar a todos dibujando. "Tiene que crearlo, tiene que trabajar para que pasen las cosas, tiene que saber y tener muchas referencias", acentúa la fanática de personajes como Superman y Maléfica.  

De la superheroína con "magia ancestral kawaii que salió de la Pirámide de la Luna" (a Vania le encanta Teotihuacán), acepta que es su alter ego: "Yo soy Clark Kent, toda miedosa, enfermiza, todo me pasa, y Malvania me salvó a mí".

Pero Aventuras malvadas de una superheroína, que tiene un formato de cómic, no solo se enfoca en la superheroína, sino da cabida a todos los personajes de Bachur, pues el fin de la obra es "que pueda llegar a más personas para que los pueda ayudar como me ayudó a mí". 

"Tengo déficit de atención y trastorno de ansiedad generalizada, y trabajo mucho en mi salud mental porque, para que pueda darles los consejos malvados a mis niñas, tengo que estar bien".
Foto: Ariel Ojeda

Vivir de "dibujar monitos"

Desde que empezó a gastar colores, Vania lo decretó: "Siempre dije que iba a vivir de dibujar monitos, que iba a tener mi propia marca". 

Actualmente, además de mostrar su arte en redes sociales - a sus 2.4 millones de seguidores de TikTok y 226 mil en Instagram - , libros - otros títulos lanzados son 15 Consejos malvados para ser tu propia superheroína y 15 consejos malvados para emprender y enfermarte de poder - y cursos, también lo hace a través de colaboraciones para productos de marcas con alcance internacional como Apple, Disney/Pixar, Nickelodeon, Volkswagen, Airbnb y, la que comenzó todo, Hello Kitty.

"En agosto lancé colaboración con Hello Kitty, soy la primera marca mexicana que hace una colaboración con ella, pero para lograrlo trabajé muchísimo", dice orgullosa sobre los pines, playeras, fundas para celular y bolsas que se comercializan a través de Sanrio, empresa propietaria del personaje felino más popular del mundo.

Para llegar a este estatus, la artista reconoce que durante mucho tiempo sacrificó "la vida social, pero realmente no lo sufrí porque nunca me importó; para mí era más importante ir el fin de semana a un curso de ilustración que ir a una fiesta. Aunque de trabajar tanto sí perdí amigos... que al final no eran tan amigos".

Sobre cómo afronta la fama, la gustosa de ilustrar escuchando historias de terror confiesa que aún le cuesta "mucho trabajo", porque no deja de parecerle raro "cuando la gente me reconoce y me pide fotos; se me hace increíble que alguien quiera una foto conmigo". 

"Me han reconocido en los lugares más random de la vida, tipo comprando queso Oaxaca o en la farmacia".

El uso de la inteligencia artificial, principalmente en labores creativas como la de Vania, es un tema en boga, por eso tiene una opinión al respecto: "Es algo vacío. Justo estaba viendo que recién se estaban quejando de una marca que ya no usa modelos y todo lo generaba con IA, y no conectas con los posteos y las fotos. Se ve bien, pero no hay alma detrás. Es una herramienta y es parte de la evolución, pero se nota que no hay alma".

— ¿Y cómo sublimas el amor?

— Tuve toda la fortuna de conocer al amor de mi vida antes de todo esto, de que hayamos crecido juntos y él me ayuda en la cuestión de mi marca, porque también es ilustrador; como vio nacer y crecer mi marca, lo entiende perfecto. Trabajamos, nos acompañamos muchísimo. Me gustó mucho encontrarlo después de romper patrones tóxicos.

Vania cierra la charla resaltando el impacto y cercanía que tiene con "las niñas y las no tan niñas" que siguen su trabajo: "Saben que conmigo tienen una amiga, que siempre les estoy dando consejos. Me gusta compartir con ellas, siento que encontré ese grupo de amigos que siempre quise y nunca tuve. Les digo que es el ejército de locas, pero solo yo les puedo decir así, nadie más".

Foto: Ariel Ojeda

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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