Cuando a Verónica Maza se le ocurrió fundir la música con el sexo, específicamente con la sexualidad, en su libro más reciente, Sinfonía del placer. Lo que nos enseña la música en el sexo y viceversa (Turner, 2019) no lo hizo como una ocurrencia: desde hace tres décadas escribe alrededor de asuntos musicales y ya casi llega a 20 años sobre sexualidad humana.
“La música y la sexualidad son dos de mis temas constantes desde hace décadas, las materias que me ocupan, me apasionan, me divierten y me interesan. Sin embargo, a lo largo de los años he estudiado de manera autodidacta y en línea materias como historia, sociología, filosofía y budismo, lo que me ha hecho tener un mapa muchísimo más extenso relacionado con los temas del sexo”, cuenta a M2 la colaboradora de MILENIO.
Se trata de un volumen que, podría decirse, tiene prácticamente el mismo objetivo de todos sus artículos y libros –entre los que se encuentra El motel de los antojos prohibidos–: hacer educación sexual de maneras diferentes y, sobre todo, sencillas para un público que no siempre logra comprender los asuntos de la sexualidad humana en términos académicos.
“En realidad es un acto erótico hacerlo, porque no ha dejado de excitarme, a pesar de todos los años que llevo haciéndolo, el sentarme a teclear, ya sea una nota breve o el capítulo de un libro. Entonces, acordada la publicación de Sinfonía con mi editora, Paola Morán, me puse manos a la obra”.
Sinfonía del placer. Lo que nos enseña la música en el sexo y viceversa se concibió como un recorrido histórico, pero aderezado con anécdotas, análisis, reflexiones y recomendaciones prácticas “que confirman que la música está dentro de nosotros”.
Se dice que quien tiene ritmo en la música tiene ritmo en la cama…
Creo que quien tiene ritmo en la vida, lo tiene en todo. He conocido excelentes músicos y bailarines que son malos amantes o, por el contrario, quienes dicen tener "dos pies izquierdos" y cuando llegan al encuentro erótico son lo máximo. Pero eso tiene que ver no con el ritmo en sí mismo, sino con nuestra percepción de él, aunado a la idea que tengamos de nuestros cuerpos, cómo nos sentimos en ellos, cuántos prejuicios carguemos y qué nivel de libertad experimentemos cotidianamente.
El volumen se presenta mañana, a las 20 horas, en el Multiforo Urbano Bajo Circuito (bajo puente de Juan Escutia y Circuito, Condesa).
Claves para abrir nuevos mundos
El subtítulo del libro es una invitación al lector. Verónica Maza no solo apuesta por enseñar trucos en los que se aproveche la música durante “el cachondeo (aunque sí hay varios en el volumen)”, sino hacer notar que cuando vemos la música reflejada en la vivencia sexual, y viceversa, se abren nuevos mundos: “no es que una enseñe a la otra, sino que se nutren ambas; en la práctica, claro, pero también como herramientas para explicar una cosa de la otra”.