Víctor Manuel Mendiola ofrece una nueva lectura de "La suave patria"

El ensayo propone que el poema de López Velarde tiene enigmas que se localizan en sus partes más oscuras y barrocas.

Ramón López Velarde. (Foto: Colnal)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Ramón López Velarde es un clásico y la mejor demostración de ese carácter proviene del hecho de que su lectura siempre puede estar en un proceso de renovación: siempre hay algo nuevo, no visto, desconocido, que aparece en sus textos.

Víctor Manuel Mendiola reafirma su convicción de que Ramón López Velarde es un clásico, un carácter que proviene del hecho de que su lectura siempre puede estar en un proceso de renovación, como se refleja en el libro Cien años contra el fantasma del caudillo (El Tucán de Virginia / Fondo Editorial de la Universidad Autónoma de Querétaro).

“Eso es lo que caracteriza a una lectura profunda, a un autor original, que siempre está lleno de significados, como López Velarde, y en 'La suave patria' está el hecho de que él deliberadamente puso en el poema un mensaje o varios mensajes ocultos”.

El ensayo propone una nueva lectura de un poema fundamental en la obra de López Velarde, desde su perspectiva un texto que tiene enigmas que se localizan en sus partes más oscuras y barrocas, explica el también poeta, si bien forman un discurso que está dirigido a los lectores de su tiempo.

“Creo que él le está hablando no al especialista, sino al lector común, a sus compañeros de su tiempo, a sus contemporáneos. Lo curioso es que el poema tiene actualidad y al tenerlo nos está hablando también a nosotros: López Velarde estuvo con Madero y con Carranza, pero al ponerse en sus zapatos, lo que está diciendo es que va a adoptar una actitud distante y crítica de la revolución: va a criticar a la revolución, a los caudillos y a la violencia”.

De acuerdo con Víctor Manuel Mendiola, porque en sus estrofas hay inconformidad y desacuerdo contra la revolución: más que pensar en el texto como una celebración, debe leerse como una crítica y con un discurso religioso.

“Seguramente el poema se lo encargaron a sabiendas de que venía la celebración de los 400 años de la conquista y también los 100 años de la independencia y para celebrar las batallas resonantes de la revolución: cuando se lee el poema, uno no encuentra celebración, sino una conciencia de la riqueza y de la violencia que azota a México”.

Cien años contra el fantasma del caudillo es una reflexión en contra de la intolerancia y, con ello, acerca de las hondas lecturas que se pueden encontrar en un poema, donde "La Suave patria" aparece como un poema civil, pero que tiene abajo un discurso religioso: “el discurso civil y el religioso se entrelazan todo el tiempo, a través de la referencia a las mujeres, como a la virgen María”.

“Aun cuando no te puedo decir que es una cosa absolutamente rígida, sí se puede decidir en 50 estrofas. Oficialmente, el poema tiene 33 estrofas, pero varias de ellas se pueden separar y te pueden quedar 50 estrofas, es decir, las 50 cuentas del rosario”, en palabras de Víctor Manuel Mendiola.

PCL

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