A vida não é um filme. Estrategias documentales en el video contemporáneo reúne el trabajo de jóvenes artistas-cineastas, cineastas-artistas y artistas visuales. Chrystyan Romero, curadora de la exposición, concibió esta idea a partir de los cuestionamientos sobre qué es videoarte, qué es arte en video y cómo estos lenguajes pueden convivir.
“Como videasta, tallerista y docente, tuve la iniciativa de hacer este encuentro en una galería, porque lo audiovisual no es apreciable de una sola manera. En este caso, en una galería, se saca (al espectador) de la idea institucionalizada de lo que es la imagen en movimiento que va más hacia el cine”.
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Al desplazar estas creaciones hacia otros espacios, dice Romero, surgen preguntas sobre lo que hace que un audiovisual sea llamado documental, o que una pieza se defina como videoarte, partiendo de la idea de que, en ambos casos, la duración o los recursos con los que se producen pueden ser los mismos y eso no determina que puedan habitar únicamente una sala de cine o una sala de exposición.
“Hay puntos en la línea histórica de este medio en donde existe un ir y venir, donde muchos artistas o cineastas miran hacia las posibilidades de salirse de su comunidad para transmitir de maneras y en espacios diferentes. En los últimos cinco años esto ha crecido mucho, pero se debe a situaciones como estar hiperconectados o a ser artistas de edad media, o artistas más jóvenes que están iniciando, y que están en constante consumo de la efervescencia de festivales internacionales en donde se han detonado espacios para la imagen-movimiento que los separa un poco de lo formalmente cinematográfico”.
Para mostrar estos últimos, explica Romero, hay grandes festivales como Cannes o Montecarlo. Sin embargo, también existen espacios donde se pueden reunir comunidades con interés y curiosidad por conocer otras voces que utilizan el video o la mezcla de lo documental para componer, a partir de lo real, una pieza de videoarte.
La exhibición de las piezas se planeó en dos bloques (el primero, el 29 y 30 de julio) con filmes que tuvieran un enlace en común. Para el segundo bloque, la sesión del 5 de agosto tiene como tema el archivo personal, en donde se proyectarán las piezas de Julieta Seco (Argentina), Daniel Bravo (México), Emilio Bassail (México) y Pietro Bonfanti (Italia).
El 6 de agosto, el programa se enfocará hacia lo experimental, en el que se combinan “la poesía y cosas intangibles que te hacen moverte”. Las piezas que se presentarán son de Carla y Virna Scolari (Argentina), Agnese Riaudo (Italia) y Natalia García Clark (México).
El brillo de lo cotidiano
Para la cineasta argentina Julieta Seco, quien se formó dentro de la academia, “hay una rigidez, una estructura y una manera de pensar el cine y pensar las obras desde el estudio y desde la técnica, desde ciertas fórmulas, quizá porque está más cerca de la industria. Esto es muy rígido y pareciera como si estuviera lejos del arte”.
Su pieza dónde estás en el futuro? es una especie de relato-rompecabezas en el que unió archivos de su primer viaje sola fuera de Latinoamérica. “Estos registros corresponden a un diario de un viaje que hice a Holanda y empiezo a registrar esa experiencia de volcarme a un mundo desconocido. En esa apertura conozco a alguien, me enamoro y registro esa experiencia pasional, erótica y romántica”.
Después de un tiempo, Julieta Seco retomó estos archivos para armar una historia a la que añadió partes desde la “libertad de recomponer, de ficcionar. De recurrir a otros recursos para esos huecos de la historia. Es una ilustración de cómo lo real puede volverse juego y creación en lo experimental. Se formó un corto que es muy narrativo, pero su estructura formal y su estética tiene algo de collage, de desorden”.
Cuando la cineasta regresó a su país, continuó documentando la comunicación virtual que le permitía seguir en contacto con la persona de la que se enamoró. En este registro empezaron a aparecer los residuos de esas comunicaciones.
“La relectura que pude hacer con el paso del tiempo fue cómo se conserva una relación en la nube y cuestionarme sobre qué son esos datos o esas imágenes archivadas que se pueden eliminar rápidamente pero que también son restos de experiencias sentimentales”.
Una de las piezas que se exhibirá el 6 de agosto y que da nombre a la exposición es de la realizadora audiovisual Carla Scolari. A vida não é um filme es un videopoema que hizo en conjunto con su hermana Virna.
“La poesía de Virna tiene mucho que ver con las relaciones familiares. Siento que hay un poco de mí en ella. Su poesía me conmueve mucho”, cuenta.
Para este video, Carla Scolari retomó un poema de su hermana que surgió de la experiencia de ir a vivir juntas a Brasil. Cuando recién llegaron, subieron a la cima de una montaña desde donde se veía todo Río de Janeiro: “el mar, la ciudad, la selva, era hermoso el paisaje”.
“Llevamos unas revistas de cine que había en el hospedaje donde nos estábamos quedando. En una de ellas, el titular de una nota es justamente el título del poema y ahora de la muestra. Como lo leímos ese día, con ese paisaje, fue más como una pregunta que como una certeza, ¿la vida no es una película?”.
Después de esa experiencia, Carla Scolari se mudó a México. En su recorrido pasó por Oaxaca, en donde convivió con mujeres afrodescendientes. “Un día me invitaron a que las acompañara en un momento de trenzado y decidí registrar todo ese día. Fueron más de diez horas. Es un momento muy íntimo”.
“Ese momento quedó muy impregnado en mi experiencia de vida. Tuve mucha gratitud por ser partícipe de esa intimidad. Cuando Virna escribió este poema, rescaté estas imágenes porque el poema habla un poco de que nuestra vivencia como mujeres tal vez no va a ser trascendental como nos enseñaron en las películas. Los amores no van a ser grandes amores, pero finalmente ese brillo de las historias está en realidad en lo cotidiano”.
El 5 y 6 de agosto, a las 18:00 horas, se presentará el último bloque del proyecto en la Galería Metropolitana de la UAM, ubicada en Medellín 28, Roma Norte.
PCL