El videoartista Bill Viola “conversa” con Miguel Ángel

La muestra en la Real Academia de las Artes de Londres pretende ser un espacio de meditación sobre temas comunes en las obras de ambos.

La exposición presenta 12 grandes instalaciones del artista estadunidense y 15 piezas del  arquitecto, escultor y pintor renacentista. Facundo Arrizab
Editorial Milenio
Londres /

La Real Academia de las Artes de Londres presentó ayer una “conversación” entre las instalaciones del videoartista estadunidense Bill Viola (Nueva York, 1951) y los dibujos del italiano Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564), en una exposición que invita a reflexionar sobre el ciclo de la vida.

Con el título Vida, muerte y renacimiento, la muestra pretende ser un espacio de meditación sobre estos temas universales que aparecen en las obras de ambos artistas, a pesar de estar separados por cinco siglos y de usar técnicas tan diferentes como el dibujo y el video.

La exhibición “no aspira a presentar a Viola como un Miguel Ángel moderno”, sino a establecer “una conversación entre los trabajos de ambos artistas que ayude a encontrar un significado más profundo sobre los asuntos que tratan”, explicó el jefe de la Colección de Grabados y Dibujos del Royal Collection Trust, Martin Clayton, durante la presentación en Londres.

Afinidades 

En lugar de hacer comparaciones o sugerir que el estadunidense se inspiró directamente en la obra del genio del Renacimiento italiano, las estancias dispuestas en la Real Academia de las Artes examinan las afinidades entre ellos en su preocupación sobre la naturaleza del ser o la fugacidad de la vida. 

La exposición, que se inaugurará el 26 de enero, consta de 12 de las mayores instalaciones de video de Viola, realizadas entre 1977 y 2013, y un total de 15 obras de Miguel Ángel, entre las que destaca la escultura de mármol Tondo Taddei (1504).

Esta pieza de bajorrelieve, que refleja la humanidad de Cristo y la conciencia de la Virgen respecto a la mortalidad de su hijo, está colocada frente al Tríptico de Nantes (1992) de Viola, el cual muestra a una mujer que da a luz, a una figura que flota en la penumbra y a la propia madre del creador en su lecho de muerte.

Con esta correlación, “el espectador encuentra en ambos trabajos una paradoja: la presencia de la muerte en la vida, la evidencia de que nuestro destino inevitable es morir”, recalcó Clayton.

Las galerías se configuran como un viaje por la misma vida, desde el nacimiento, pasando por el misterio de la existencia, hasta la reflexión sobre la posibilidad de renacer.

La relación entre el cuerpo mortal y el alma inmortal se plantea en los paneles de Viola Hombre en busca de la inmortalidad / Mujer en busca de la eternidad (2013), imágenes a tamaño real de un hombre y una mujer desnudos sobre fondo negro examinando cada centímetro de su cuerpo con pequeñas linternas e incapaces de esconderse de su estado terrenal.

Los videos están contrapuestos a los dibujos Tres labores de Hércules (1530) o La caída de Faetón (1533), de Miguel Ángel.

Vida, muerte y renacimiento recoge también la idea de buscar un significado a la existencia humana más allá de la mortalidad.

Al respecto, la esposa del videoartista y directora del Bill Viola Estudio, Kira Perov, subrayó el mensaje “optimista” de las creaciones de su marido que revelan cómo, tras la muerte, “cada individuo es transformado y tiene lugar un cambio espiritual”.

“El nacimiento no es el principio y la muerte no es el final”, destacó.

Entre las obras que hablan sobre la mortalidad y la posibilidad de la resurrección también se incluyen los dibujos del artista italiano realizados durante los últimos años de su vida en los que se recogen dos crucifixiones.

La recopilación cierra con las instalaciones más majestuosas de Viola: Cinco ángeles para el milenio (2001), Mujer fuego (2005) y La ascensión de Tristán (El sonido de una cascada bajo una montaña) (2005).

Todas ellas proyectan cuerpos que caen y se levantan de diferentes maneras, evocando el viaje final del cuerpo y el paso al espíritu. 

La muestra, que podrá verse hasta el 31 de marzo, nació después de que el artista visitara la sala de imprenta del Castillo de Windsor para ver los dibujos de Miguel Ángel que conocía desde niño.

Viola advirtió que Buonarroti reflexionaba sobre temas similares a los suyos, tales como la naturaleza y el destino del alma con una intención más emocional que intelectual. 


Espiritualidad

La obra de Viola tiene raíces en el arte oriental y occidental y en tradiciones espirituales que incluyen el budismo zen, el sufismo y el misticismo cristiano. 

Universalidad

Su trabajo se enfoca en las experiencias humanas universales como el nacimiento, la muerte y el desdoblamiento de la conciencia 

Musicalidad

La música es parte importante de su obra. Además de presentarse con el pianista y compositor David Tudor, ha colaborado con grupos como Nine Inch Nails. 

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