Viengsay Valdés: del sacrificio al éxito

A lo largo de su trayectoria, esta bailarina ha dejado huella en festivales como la Gala de Ballet Étoiles de la Ópera de París, el Festival de Ballet de Beijing, la Gala Mundial de Estrellas de la Danza en Budapest.

Viengsay Valdés es la primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba. (Instagram: Viengsay Valdés)
Tania Aguilar Cruz
Ciudad de México /

“El ballet es mi vida, es algo a lo que me he entregado física, emocional y espiritualmente por muchos años. Es una forma de expresarme, pero también de realizarme plenamente como artista y como ser humano” manifiesta Viengsay Valdés, primera bailarina y subdirectora artística del Ballet Nacional de Cuba (BNC), en entrevista para MILENIO.

Viengsay fue la primera zona liberada en Laos tras la monarquía que vivió ese país hasta mediados del siglo XX, significa “victoria” en laosiano, y es el nombre que asignaron a la niña nacida en El Vedado, La Habana el 10 de noviembre de 1976, y quien años más tarde se convertiría en una de las figuras más emblemáticas del ballet cubano.

El talento y la presencia nacieron junto con su nombre. Hoy, tras casi 40 años de trayectoria artística, Viengsay recuerda su primera presentación:

"Tenía 1 añito y estaba en un evento organizado por la embajada Laos en el propio Vientián. Mis padres eran los embajadores de Cuba en la República Democrática Popular Lao y organizaron una actividad cultural. Ahí yo estaba en primera fila, a esa edad la música ya me movía, escuchaba melodías e improvisaba cualquier movimiento, bailaba cualquier cosa, ahí fue naciendo mi pasión por la danza".

Con una sonrisa, Viangsey recuerda esos momentos que marcaron su infancia en los barrios de La Habana:

"Cuando tenía 5 años ingresé a la Escuela de gimnasia rítmica ubicada en El Cerro, me inicié en esa disciplina, luego me llevaron a hacer varias pruebas de las convocatorias de ballet".

Su niñez estuvo definida por la disciplina y el compromiso, elementos que la hicieron conseguir a los 9 años un lugar en la Escuela Elemental del Ballet Alejo Carpentier, recinto en donde forjó tenacidad y carácter bajo la tutela de profesoras como Adria Velázquez y Mirtha Ermida.

En la década de los noventa, Viangsey atravesó uno de los momentos más difíciles de su carrera. Tras ser admitida en la Escuela Nacional de Arte a los 14 años, se vio afectada por la crisis económica que Cuba enfrentaba, sin embargo, con el tiempo su dedicación rindió frutos y logró atraer la mirada de las figuras más representativas del mundo de la danza.

A los 17 años  Alicia Alonso te propuso formar parte del Ballet Nacional de Cuba. ¿Qué sentiste en ese momento?

"Se trata de un momento muy esperado por todos aquéllos alumnos de las escuelas nacionales que estudian ballet, es algo importantísimo, un instante para el que te preparas mucho porque esta carrera es muy exigente, muy sacrificada. Cada año seleccionan a los mejores de los mejores, de mi grupo éramos 15 niñas y sólo llegamos seis. En el momento en que Alicia me hizo la propuesta sentí una felicidad inmensa".

A lo largo de su trayectoria, esta bailarina ha dejado huella en festivales como la Gala de Ballet Étoiles de la Ópera de París, el Festival de Ballet de Beijing, la Gala Mundial de Estrellas de la Danza en Budapest, y esta vez, en su gira por México, está lista para darle vida a Giselle, obra cumbre del romanticismo.

A pesar de su vasta experiencia, cada que está tras bambalinas su corazón vibra como si fuera la primera vez.

¿Qué sentimientos te provoca subir al escenario?

"Una gran emoción, es un momento para el que me preparo tanto tiempo, siento adrenalina y presión porque es el día elegido para mostrar todo aquello que por meses trato de perfeccionar, todos aquellos movimientos, cada detalle artístico. El momento de subir al escenario es cuando uno tiene que demostrar todo eso, y también de disfrutarlo".

A Viangsay nunca la ha detenido ni el tiempo ni las adversidades. Hoy es una bailarina de talla internacional que continúa enamorada de la vida, con ganas de volar y seguir creciendo profesionalmente.

¿Qué sigue en la carrera de Viangsay Valdés?

"Tengo innumerables retos porque tengo que compaginar dos cosas: seguir bailando y continuar dirigiendo artísticamente el Ballet Nacional de Cuba. Es un gran compromiso porque ambas requieren mucha exigencia, las dos tiene que estar niveladas en calidad, ese es mi desafío para los próximos años".


RL

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