"Virgilio Caballero sabía hacer preguntas incómodas, no como en las mañaneras"

El periodista, normalista, antropólogo, fundador y directivo de medios públicos y legislador, Virgilio Caballero, sabía hacer las preguntas incómodas a los hombres del poder; y como funcionario, su misión de darle voz a los sin voz sufrió represalias, como su despido de la televisora que fundó, el Canal del Congreso, afirma la cineasta Elvira García.

“Virgilio vivió momentos difíciles que le costaron muchas veces el puesto, lo corrieron de muchos lugares por querer abrir los medios a todo público. Lo corrieron de Notimex, de Canal Once, del Imevisión (hoy Tv Azteca) y del Canal del Congreso. Lo despidieron por querer hacer un periodismo más allá de los límites que se permitían en su momento”, explica la comunicadora.

El próximo 5 de noviembre Elvira García estrena en el Cinematógrafo del Chopo su documental Virgilio Caballero: la voz de los sin voz, producido por TV UNAM.

“Del Canal del Congreso lo corrieron por transmitir las sesiones completas incluso cuando había hechos violentos, como cuando los barzonistas entraron a la Cámara de Diputados a patadas y con sus caballos, y Virgilio no cortó la transmisión, la continuó. Eso disgustó muchísimo a muchísimos legisladores, como Felipe Calderón. A partir de eso, lo despiden”, recuerda García sobre la destitución del directivo en diciembre de 2002 cuando la priista Beatriz Paredes era presidenta de la Cámara y el michoacano, líder de la bancada del PAN.

García recuerda también que, en el caso de Canal Once, Pablo Marentes despidió a Caballero porque éste realizó una serie de reportajes sobre la Chrysler y otras empresas y su trato a los trabajadores. Adelanta que todo eso lo muestra en el documental que la televisora universitaria también transmitirá el viernes 15 de noviembre, a las 22 horas, por canal 20.1. Después irá a Canal 22, Canal Once, Canal del Congreso y televisoras que fundó Caballero.

Se reserva adelantar qué le contestó Caballero cuando le preguntó sobre cuáles eran sus razones para entrar en la política, para no ser su spoiler. Sobre zonas oscuras del periodista, dice que en 30 años sólo identificó su exigencia de disciplina y trabajo para él y su equipo.

—  Ahorita que está a debate la figura del periodista y el papel de los medios, lo hemos estado viendo esta semana que termina. ¿Qué destacaría de Virgilio Caballero como periodista, como creador de medios, como legislador, en un contexto como el actual?

— Destacaría justamente en este debate que hay de lo que ocurrió antier, ayer y hoy con los periodistas y el presidente de la república, que Virgilio tenía las preguntas precisas y las preguntas incómodas para los hombres del poder. Creo que esto no lo estamos viendo necesariamente en las mañaneras del presidente López Obrador: hay muchas preguntas a modo, hay periodistas para halagar al presidente sentados ahí para eso, hay periodistas que no saben preguntar, que no tienen las preguntas precisas o desconocen el tema, la materia o no están preparados lo suficiente para ser buenos periodistas y hacer buenas preguntas. La clave de un periodista es saber preguntar, con claridad y precisión y teniendo datos. Y Virgilio Caballero fue ejemplo de eso y fue un hombre con preguntas incómodas para el sistema y los hombres de poder, cualquiera, no necesariamente del gobierno. En este momento que está a debate qué hacemos los periodistas y cómo lo hacemos es importante revisar la obra de Virgilio para darse cuenta cómo preguntaba y qué preguntaba.

García destaca en ese sentido cómo el periodista tamaulipeco (1942), que debutó en los medios a los seis años de edad en la XEB, creó sistemas públicos de radio y televisión en los estados, fuera del centralismo del Distrito Federal e incluso en lenguas indígenas, como en Sonora, Quintana Roo y Oaxaca, para abrir espacios a quienes no tenían acceso medios.

“Virgilio le da voz a las minorías, abrió medios de comunicación no para que hablen los gobernadores de lo bonito que hacen sus obras, sino, por ejemplo en Oaxaca, para darle espacio a las comunidades indígenas, en el estado con mayor población indígena. O en Quintana Roo, donde creó emisoras en idiomas indígenas.

“Y cuando crea el Canal del Congreso lo hace para que todos supiéramos lo que ocurre en el Congreso de la Unión en una época en que todo ocurría en lo oscurito, qué se decidía por nosotros. Virgilio estaba ocupado por eso, porque antes de que existiera el canal los legisladores podían negociar con las televisoras comerciales para saber qué sí salía y qué no de los debates. Virgilio abrió el canal hasta para las escenas más fuertes que se dieron ahí, y están mostradas ahí, con Felipe Calderón, con Beatriz Paredes”, explica la periodista.

El documental parte de la amistad de 30 años entre Caballero y García y de dos largas entrevistas que hizo la documentalista al periodista y funcionario público que falleció apenas el 25 de marzo de 2019, a los 77 años, como consecuencia de una afección cardíaca.

En él se recogen testimonios de amigos, familiares y colegas de Caballero, como Enrique Strauss, Santiago Segui Amortegui, José Reveles, Lidia Camacho y Heladio Ramírez López. De hecho, Elvira García confía en que la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum asista a la premier en el Chopo del documental, al haber sido ella gran amiga del comunicador, que falleció siendo diputado de la primera legislatura del Congreso de Ciudad de México y antes fungió como coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro (2015-2018).

Elvira García, periodista con cuatro décadas de carrera en prensa escrita, radiofónica y de televisión, y trece reconocimientos a su trabajo, continúa con Virgilio Caballero: la voz de las minorías, su serie de documentales que inició en Canal 22 en homenaje a periodistas que han dejado huella en la prensa nacional en el último medio siglo. El primero de ellos, Miguel Ángel Granados Chapa: Palabra en libertad; luego, Julio Scherer García: El periodismo, mi segunda piel; y Jacobo Zabludowsky: Un hombre tras la noticia.

Explica en la entrevista que quería estrenar el documental con Caballero vivo, como lo hizo con Granados Chapa, Scherer y Zabludowsky, pero su realización se prolongó debido a los terremotos de 2017 que sumieron al periodista, funcionario público y legislador en una fuerte depresión como consecuencia que perdió el departamento en el que vivió 38 años.

“Aunque la causa oficial de su muerte fue un infarto, secuela de una cirugía a corazón abierto, esa depresión sin duda sí lo afectó y precipitó su fallecimiento”, comenta García, a quien Caballero le pospuso la segunda entrevista para el documental seis meses para recuperarse. Uno de los primeros en lamentar su muerte fue López Obrador, vía Twitter.

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