En formato híbrido, del 30 de julio al 7 de agosto se llevará a cabo la cuarta edición de Danzatlán: Festival Internacional de la Danza, organizado por la Fundación Elisa Carrillo Cabrera y el Gobierno del Estado de México.
En videoconferencia de prensa para anunciar el programa, Elisa Carrillo, primera bailarina del Staatsballet Berlin, manifestó su beneplácito de volver a los escenarios del Estado de México, sede del encuentro.
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Para la bailarina, “el festival es una gran motivación, ya que es la luz en ese túnel tan difícil por el que estamos pasando. Va a ser un festival híbrido en el que tendremos galas presenciales con las estrellas de las compañías internacionales más reconocidas, así como clases magistrales, conferencias, charlas, videocine y presentaciones en línea”.
Carrillo refirió que este Danzatlán “será distinto porque el año pasado fue todo virtual y ahora poco a poco estamos volviendo a la nueva normalidad con el formato híbrido. Es un gusto saber que en mi país muchos de nosotros podemos volver a pisar el escenario y poder entregarles nuestro arte. El escenario es nuestro hogar, es donde creamos magia”.
La primera gala, Elisa y amigos, se celebrará en el Centro Cultural Mexiquense Anáhuac, en Huixquilucan, el 30 de julio, explicó la bailarina. “Vamos a tener dos galas más: el 31 de julio en la Sala de Conciertos Elisa Carrillo en Texcoco y el 1º de agosto en el Teatro Morelos en Toluca. A partir del 2 de julio tendremos clases magistrales en las mañanas, en el que tendré el gusto de estar con los niños”.
Carrillo destacó la presencia de Boris Eifman, que estrenará Tchaikovsky. Pro et contra; Marco Goecke, director del Ballet de la Ópera Estatal de Hannover, con el estreno de El amante, y el Ballet Igor Moiseyev, primera compañía de danza folclórica profesional del mundo.
La bailarina advirtió que “el arte es parte de nuestras vidas y en estos últimos meses ha sido lo que nos ha motivado. El público necesita el arte que es medicina para su corazón y su alma. Para todo el mundo han sido dos años muy duros, de mucha tristeza, pero también de mucha enseñanza”.
En este momento tan difícil, agregó, “Danzatlán nos va a llenar de alegría porque el público tiene mucho entusiasmo de que volvamos al país. Para los bailarines lo duro es que nuestro arte se tiene que presentar en escenarios. Casi dos años nos hemos entrenado en casa, en azoteas, patios y otros lugares. Hemos aprendido a adaptarnos a la situación en la que estamos viviendo, lo cual sabemos que no es la manera ideal. Pero a pesar de eso, lo que nos ha mantenido es que amamos lo que hacemos”.
nerc