La Tempestad es un bicho raro en la jungla de publicaciones culturales. Hace 20 años —el 6 de junio de 1998— apareció su primer número, con una propuesta ambiciosa pero necesaria: traer a México estéticas y escrituras de otras partes del mundo, pero siempre en balance con la producción artística local.
Nicolás Cabral, su director general y editor responsable, confiesa que hace dos décadas no imaginaba que llegaría a este instante con el proyecto.
En entrevista con MILENIO, nos contó:
"Hay una especie de incertidumbre de hacia dónde van a ir este tipo de medios. Algo que cambió hace poco tiempo es la preeminencia de lo digital sobre lo impreso en términos de en qué formatos buscan los lectores la información".
Ante el panorama adverso, Nicolás confía en que "las revistas impresas tienen una función distinta a las electrónicas".
Fue esa idea la que estimuló la renovación visual de la revista —a cargo del estudio Sociedad Anónima— a partir del número 135, publicado en junio de este año.
"La nueva propuesta de diseño enfatiza más la diversidad de plumas y textos que siempre ha tenido la revista. Somos conscientes de que los lectores más jóvenes no están teniendo la experiencia del impreso, están obteniendo información directamente de la web y las redes sociales".
El viejo dilema
Cuando el equipo de La Tempestad asumió el desafío de trasladarse al formato web, no eligió el camino fácil.
"Lo que buscamos es que no fuera un mero espejo del impreso, sino otra publicación con los mismos criterios editoriales e intereses, pero con una propuesta para lectura en línea".
La transición, sin embargo, no los desvió de su objetivo inicial, puesto que —asegura Nicolás— leer una revista impresa "es una experiencia diferente en términos de la relación entre texto e imagen".
Entonces, ¿debemos desconfiar de quienes proclaman la muerte de los impresos?
Esperanzado en casos de otras industrias, como el retorno inesperado del vinyl en la musical, Cabral sospecha que sí:
"Las revistas impresas van a seguir teniendo razón de ser dentro de 20 años. Está muy claro que en cierto tipo de textos no tiene sentido gastar papel, pero en la literatura sí".
¿Qué es La Tempestad para Nicolás Cabral?
"Personalmente, es la mitad de mi vida. Lo más significativo es que la revista ha adquirido su propio espíritu al margen de quienes la hacen.Ha pasado gente que le ha ido aportando y ha formado un objeto que ya no es de la autoría de nadie, sino que, con ideas y con cierto tipo de escritura, ha hecho que 'La Tempestad' sea ya un animalito con su propia vida".
ASS