La fotografía de la portada del Sunday News de Nueva York del 17 de agosto de 1969, en la que se observa a un grupo de jóvenes que abandonan el Festival de Woodstock, lleva como titular: “Hippies atascados en un mar de lodo”.
La prensa habla poco de la música, apenas lista a algunas estrellas, si bien destaca “la total ausencia de violencia” en esta reunión multitudinaria que, aunque amenazaba salirse de control, terminó con saldo prácticamente blanco: fallecieron dos personas, una intoxicada y otra en un accidente de auto.
Aunque el festival concluiría hasta el lunes 18, la gente comenzó a emigrar un día antes, por lo que fueron muy pocos los afortunados que escucharon a Jimi Hendrix y su enloquecida versión del himno estadunidense.
La música resultó fantástica, desde el blues de Johnny Winter, Canned Heat, Electric Flag y Paul Butterfield a la música de India de Ravi Shankar. Hubo psicodelia con Jefferson Airplane y Janis Joplin); jazz-rock con Blood Sweat and Tears y Sly and the Familiy Stone; folk con Richie Havens, Tim Hardin y Arlo Guthrie; rock and roll con Sha Na Na; ópera rock con The Who; la canción de protesta con Joan Baez, Country Joe McDonald, el rock latino con Santana y muchos y deliciosos etcéteras.
Medio siglo después, la iniciativa de organizar un festival en conmemoración de Woodstock se vino abajo, pero por fortuna se puede escuchar la reciente edición de diez discos Woodstock: Back to the Garden. 50th Anniversary Experience, que incluye grabaciones de todos los músicos que tocaron en el festival y hasta los comentarios de los animadores del festival que anuncian hasta el nacimiento de un bebé.
Próximamente se lanzará una edición especial de 38 discos que, de acuerdo a la compañía Rhino Records “contiene virtualmente todas las notas que se tocaron en el legendario festival”.
Mientras, disfruten de esta caja de diez maravillas, pues habrán de encontrar material que antes no se había escuchado y reencontrarse con momentos históricos. La colección permite realizar un viaje al pasado para reencontrase, como dijo hace algunos años una lectora del New York Times que firma como Kathy H., con un “tiempo de paz, amor y música en medio de la violencia”.