Hace ocho años, el Consejo de la Comunicación (CC) inició una campaña de fomento a la lectura para promover la educación de calidad en México. Durante este tiempo ha pasado por varias fases: “Diviértete leyendo en familia”, “Lo que importa está en tu cabeza”, entre otras. Pero quizá la más popular —al menos la que ha causado más revuelo mediático— es “Lee 20 minutos al día”.
¿Por qué 20 minutos? Francisco Arit, Gerente de Desarrollo de Nuevos Proyectos del CC, explica que así intentan evitar el rezago educativo. “Está comprobado que si tú lees por lo menos ese tiempo, generas capacidades de comunicación y razonamiento que te ayudan para otras materias que tienen que ver con ciencias”.
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[OBJECT]El principal medio de promoción ha sido la participación de personalidades. “Son personalidades de diferentes tipos —explica Arit—: un luchador, un periodista, un grupo de reggaetón, uno de rock: La intención es llegar a la mayor cantidad de mercados posible”.
De México se dice que es un país de de pocos lectores; las cifras que Arit proporciona confirman ese dato, aunque él asegura que la labor del CC ha incrementado el promedio de lectura: “Cuando iniciamos la campaña, en México se leían 3.2 libros por año —1.5 por cuestiones académicas—. En la última encuesta nacional de lectura (2016) se registra que los mexicanos leen 5.3 libros por año”.
Este incremento —afirma— se debe también a otras mecánicas de promoción. “El año pasado lanzamos el movimiento “Leer para estar bien”, con las cuatro asociaciones que agrupan a los pediatras en México. Si llevas a tu hijo al pediatra porque está enfermo, te van a recetar también un libro que pueda leer él dependiendo de la edad que tenga”.
¿Qué pasa con las comunidades que no tienen acceso a los libros? En colaboración con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), el Consejo forma capacitadores que enseñan a leer. También promueve que los estados y municipios tengan salas de lectura o bibliotecas escolares. Por otro lado, existen alianzas con algunas editoriales para que donen libros a estas bibliotecas.
Entonces, ¿son suficientes 20 minutos? “Es más bien es una cuestión de marketing”, responde Arit. “Si lees más está bien. Si lees menos, no pasa nada. La intención es que sigas leyendo”.